27/02/2012

Empieza la transatlántica de regreso a casa


El Atlántico, alta mar.V.Hilaire/Tara Expeditions

Desde ayer por la mañana, tras haber completado más rápidamente de lo esperado la estación BATS, una estación afuera de las Bermudas estudiada desde 1988, los catorce a bordo hemos enrumbado hacia el noreste, empujados por un generoso flujo de 25 a 30 nudos a favor.

Una navegación cómoda que alegra a todos, porque este viento ahora amainando había levantado ayer domingo un oleaje de hasta unos cuatro metros. Enfrentar esos muros de agua hubiera sido otro cuento. Pero, afortunadamente, nuestra ruta nos lleva hacia el este.

La primera estación había bien comenzado. Esplendido cielo azul, un mar casi en calma después de una noche algo agitada. Los científicos estaban cogiendo el ritmo: redes, roseta, filtraciones usuales, la estación 148 pintaba de lo más normal. Sin embargo el destino ha decidido lo contrario.

Por la tarde, la roseta sube con botellas abiertas; Normalmente, deben subir cerradas. Nueva inmersión: un éxito recibido por un “¡yes!" de alivio. Pero la roseta nos reserva más sorpresas. Cuando todavía faltan cuatro inmersiones para completar el programa completo de muestreo, más botellas de plástico gris vuelven a subir abiertas.

Mañana, después de este hermoso día de navegación con vela, si el tiempo y las olas lo permiten, intentaremos una nueva inmersión de la caprichosa roseta. Hemos cambiado un cable. Según Sarah Searson, nuestro ingeniero oceanógrafo, podría ser un asunto de presión. Ella ya se ha comunicado con varias personas en tierra, entre ellas Marc Picheral, su "papá" del laboratorio de Villefranche-sur-Mer (CNRS), para consultar acerca de esta avería.

Chris Bowler, nuestro jefe científico, se muestra igual de optimista que todos los demás a bordo. De todos modos hay un plan B: se puede remplazar un elemento completo de la roseta.

Mientras tanto, hoy aprovechamos uno de esos días que el océano regala de vez en cuando: sol, mar azul, un Tara muy a gusto, hasta congraciarse con unos cuantos surf, y una sensación de confort a bordo que sólo las aves planeando en alta mar pueden entender y compartir. Cada quien está en lo suyo tranquilamente en un ambiente sereno.

Tara, seguro bajo yankee con un rizo en cada vela, surca este universo líquido de numerosas montañas de agua cuyas crestas rompen a veces, tal un corcel experimentado y tranquilo.

Vincent Hilaire

23/02/2012

Escala en Saint George’s Town, Bermudas


Techos adecuados para recolectar agua de lluvia.V.Hilaire/Tara Expeditions

En vísperas de nuestra salida para las Azores, esta escala un poco más larga de lo esperado en las Bermudas ha ofrecido a la tripulación una oportunidad para descansar y preparar adecuadamente el cruce del Océano Atlántico Norte.

Unos miembros del equipo científico de relevo han llegado ayer, agotados por hasta 20 horas de vuelo para algunos. Mañana por la tarde zarparemos rumbo al este, con algo de viento. Nos esperan más de quince días de navegación.

Las calles de Saint George’s han sido un apacible refugio durante esos días pasados, al igual que la laguna donde Tara esta anclado. Es una ciudad de 15.000 habitantes, una especie de cocón. El archipiélago de las Bermudas cuenta con 65.000 almas en total.

Los encuentros con los autóctonos en las tiendas, supermercados, restaurantes y bares son calurosos. Miradas benévolas y muestras de interés: “Where are you from?" Por lo general la población es negra pero es cierto que no estamos en temporada turística alta. Los turistas estadounidenses que al parecer caen en masa en el verano no están todavía. Los antepasados de la población autóctona eran esclavos africanos traídos por los colonos ingleses. No había población antes de los primeros náufragos.

Las casas de Saint George’s Town son de colores, en su mayoría. Jardines cuidados y ordenados de palma, caucho, ficus gigante e hibisco contribuyen al conjunto colorido. Además de la tranquilidad del ambiente, uno nota las numerosas iglesias en casi cada esquina: anglicana, metodista africana, católica, con sus campanarios y cruces. El más bello de todos estos edificios, claramente visible arriba de su escalera limpiada con frecuencia, es probablemente la Saint Peter’s church. Data de 1612 y es clasificada como patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Los techos también llaman la atención. Son casi todos blancos, construido de la misma forma, con canales recolectores de las aguas de lluvia. No hay fuente en el archipiélago.

Saint George’s difiere mucho de Hamilton, la ciudad principal de las Bermudas. Hamilton es un puerto comercial bastante grande, con muelles llenos de contenedores. Las calles son más anchas y los edificios más altos: uno siente que se pierde un poco de esa escala humana tan apreciada cuando uno llega del mar.

Vincent Hilaire

19/02/2012

Tara en las Bermudas


Llegada a las Bermudas V.Hilaire/Tara Expeditions

Este domingo estamos llegando a las Bermudas bajo una llovizna que nos recuerda a Bretaña. Nos hemos acercado a este archipiélago de 123 islitas por el flanco occidental de la isla principal, Gran Bermuda, bordeando la costa hasta vislumbrar el canal de acceso al puerto de St George’s town, en la isla de Saint George. El equipo científico cambiará por completo en esa escala donde estaremos hasta el 23 de febrero.

Los pocos rayos de sol del inicio del día no bastan por darnos ilusiones: no estamos llegando con buen tiempo. Pero el mar está en calma, la temperatura de 20° C es suave en comparación con nuestra salida fresca de Nueva York.

A primera vista, hay bastantes construcciones en esta isla con algunas playas hermosas y pequeños bosques. Algunos pescadores a nuestro alrededor. En el fondo, casas de colores con techos blanco, un parecer un poco mediterráneo.

Entre Gran Bermuda y Saint Georges’s Island, se divisa el canal con las usuales balizas de color rojo y verde, pero al revés de lo que tenemos en Francia. Como en las Antillas francesas. A pesar del cielo gris el agua es de un color turquesa extraordinario.

Nos saludan algunos espectadores, transeúntes en la punta de la entrada sur del canal. Entramos en un canal de unos cincuenta metros de ancho. En esta laguna de forma alargada, unas casas de colores, coníferos, palmeras. Una isla tranquila.

Con Alain Giese, segundo capitán, sondeamos el pie del pontón donde queremos amarrarnos. "Estribor al muelle": Loïc Vallette, el capitán, confirma. A los pocos minutos, Tara está pegado del muelle. Un oficial de aduanas se acerca para repartir los formularios de entrada y migración que cada quien tendrá que completar.

Lento pero seguro nos estamos acercando a Lorient, el final de esta expedición. La distancia en millas se viene acortando y también la distancia horaria: desde ayer no estamos a más de cinco husos horarios de París.

Vincent Hilaire

17/02/2012

En el corazón de un "eddy"


El sargazo, alga de superficie. V.Hilaire/Tara Expéditions

Desde la mañana del miércoles, el equipo científico a bordo está al acecho de un eddy, un remolino del Atlántico Norte. El estudio de esta columna de aguas frías de unos 180 kilómetros de diámetro es de interés para la comprensión de la vida planctónica que contiene. También permite entender cómo y por qué estos remolinos irrigan la vida en zonas oligotróficas, pobres en nutrientes, como la que estamos cruzando entre Nueva York y las Bermudas. El Océano Atlántico Norte es sin duda el más estudiado de los cinco océanos, pero estos "eddies", venidos de las corrientes frías al norte del Gulf Stream, siguen siendo un misterio.

Se conoce el Mar de los Sargazos por sus leyendas: a la vista de estas algas de superficie algunos navegantes han creído acercarse a una tierra, lo que es erróneo. También abundan los mitos en torno al maléfico triángulo de las Bermudas donde numerosos aviones y naves habrían desparecido por razones desconocidas.

Pero no. Desde que estamos viendo estas algas de superficie de color marrón, nuestra búsqueda no va atrás de unas leyendas. Lo que estamos estudiando se llama “eddy”, se desliza debajo del casco de Tara y hace 48 horas que vivimos con él.

"El Mar de los Sargazos donde estamos no es un desierto, al contrario de lo que muchos han pensado por largo tiempo", explica Lee Karp-Boss, nuestro jefe de misión quien conduce la búsqueda. "En medio de este gran giro del Atlántico Norte, la corriente que recorre esta zona marítima en círculo de oeste a este, estamos tratando de entender por qué existe también tan importante producción de nutrientes en algunos lugares. Son los satélites que primeros nos han enseñado lo que hay en estos remolinos: la producción de clorofila más importante que en otros lugares, por ejemplo, y una alimentación que el zooplancton no consigue en otras zonas".

Lee y su equipo de seis científicos altamente motivados despliegan al máximo sus instrumentos desde el miércoles para capturar todos los matices, todas las características de este eddy. Que caigan baldes de agua entre dos nubes negras o que sea de noche, no importa: se utiliza todo el arsenal de redes y botellas para almacenar el agua que contiene las respuestas.

Isabel Ferrera, investigadora en biología de Barcelona, ​​no termina de golpearse la cabeza en su laboratorio húmedo en medio del rodillo del barco. Ella se encarga con Celine Dimier-Hugueney, de Roscoff, de las filtraciones que revelarán cuales son las bacterias que viven en este tanque de vida.

Para descifrar tal vez la sutileza de este eddy, Tara ha hecho un transect, un corte transversal del remolino, incluso posicionándose en su ojo, en el mero centro. Esta masa de agua será caracterizada como nunca antes. Lee recalca: "La mayoría de los estudios oceanográficos realizados hasta la fecha sobre estas masas de agua nunca han muestreado “end to end”, del virus a la larva de pez. Confiamos comprender más estos eddy misteriosos”. En el transcurso de esta estación, los científicos han notado una diversidad particularmente importante de protistas, un conjunto de organismos unicelulares que incluye el fitoplancton, la base de la vida marina.

Esta noche, después de una caza emocionante, Tara se enrumba hacia las Bermudas. Luego de de 48 horas de intensa faena, los científicos van a poder respirar.

Vincent Hilaire

Llegada a las Bermudas prevista para el 22 de febrero.

Próxima estación de muestreo este fin de semana. Viento: Sur Este 15 nudos. Olas: 0,5 metro. T° aire : 19,5°C. T° mar : 20,1°C.

16/02/2012

Bacterias, virus y girus: innumerables e infinitamente pequeños microbios


Bacterias. S.G.Acinas-ICM-CSIC,Barcelona/H.Sarmento-Institut de Ciències del Mar-CSIC/Tara Oceans

Es una de las pescas de Tara desde hace más de dos años. Las bacterias y los virus son los organismos planctónicos más pequeños y más abundantes. Hay cerca de 10 mil millones de bacterias por cada 100 mil millones de virus por litro de agua de mar en los primeros 50 metros de la capa superficial de los océanos. Este componente del plancton desempeña un papel fundamental en la vida de los océanos.

Algunas bacterias utilizan la luz solar como fuente de energía primaria. Son el primer eslabón de la cadena alimentaria, siendo el alimento de células más grandes, las eucariotas (Eucariontes). Estas son, a su vez, absorbidas por otros organismos, del más pequeño al más grande: pequeños crustáceos, larvas de peces diversas y mamíferos marinos.

Por lo general, los virus son muy pequeños, inferiores a 250 nanómetros (1 nanómetro,-nm-, equivale a una milmillonésima parte de un metro), pero algunos pueden alcanzar hasta los 400 nm. Éstos se llaman “Girus", virus gigantes. Con una media de 10 virus por bacteria, los virus pautan la composición de las comunidades microbianas marinas y desempeñan un papel importante en la evolución de las especies de plancton.

Glosario

Eucariotas (Eucariontes): las células eucariotas se caracterizan por la presencia de membranas compartimentando y aislando el material genético (núcleo) y las unidades de producción de energía (mitocondrias) del resto de la célula. Las eucariotas incluyen los animales, los hongos, las plantas y también los organismos unicelulares (protistas).

Bacterias: a diferencia de las eucariotas, son organismos sin núcleo o mitocondria; Su material genético forma una pelota enrollada sobre sí misma en la célula.

Virus: partículas biológicas que, para sobrevivir, precisan infectar una célula-huésped cuyos componentes celulares usan para reproducirse. Un virus es por lo tanto necesariamente un parásito intracelular

Laurence Garczarek, Station Biologique de Roscoff, Francia, y Vincent Hilaire

13/02/2012

Good Bye Big Apple


Dejando el Big Apple.V.Hilaire/Tara Expeditions

A las 9:30 am este domingo, Tara deja el muelle de Chelsea Pier. Esta nueva etapa de la expedición Tara Oceans nos llevará a las Bermudas. Y así emprendemos el camino de regreso a Lorient. Dos estaciones científicas están programadas después de cruzar de nuevo el Gulf Stream.

Frío agudo, viento del noroeste bien establecido con rachas a treinta nudos, un sol luminoso, el mismo que tuvimos a nuestra llegada aquí hace una semana: volvemos a encontrar el océano que tanto amamos.

Bye bye Manhattan, la estatua de la Libertad, el puente Verrazano: rebobinamos la película con un viento nuevo y nuevas caras a bordo. Todo el equipo científico ha cambiado en Nueva York; Lee Karp, oriunda de Israel y americana de adopción, toma las riendas de esta nueva misión, en remplazo de Lars Stemmann. Como de costumbre desde el comienzo de Tara Oceans, Sarah Searson releva Marc Picheral al puesto de ingeniero oceanógrafo. Celine Dimier-Hugueney, del laboratorio de Roscoff, hace un gran regreso después de varios meses de ausencia por motivos de salud. Christian Sardet, del Observatorio de Villefranche-sur-Mer (CNRS), vuelve a marcar su territorio en el laboratorio óptico. Y un primer embarque de Anne Doye y Denis Dausse.

Tara Oceans es ahora una gran familia que se deshace y se recompone siempre, pero todo esto tendrá su final en algo más de un mes. Steffi Kadels-Lewis, bióloga a cargo de la filtración en el leg anterior, confiaba durante nuestra fiesta de despedida en la noche del sábado, que después de la llegada "no será lo mismo, no vamos a ver más los marineros". Steffi, dos veces a bordo a lo largo de la expedición, desembarcó en Nueva York y solo volverá a ver Tara cuando atraque en Lorient.

Esta escala en Nueva York dejará el recuerdo de la visita de Ban Ki-Moon a bordo el sábado. Y también del descubrimiento de una megalópolis cosmopolita con una verticalidad arquitectónica impresionante, pero también, paradójicamente, a escala humana. En Nueva York la gente se habla, el calor sigue fluyendo de forma natural entre sus habitantes, sus calles. Sorprendente.

Con esta “bajada” hacia las Bermudas, esperamos encontrar un poco de calor antes de emprender realmente la Transat de regreso vía las Azores. Al ponerse el sol, hoy, la temperatura es de cero. Razones de sobra para deleitarnos con una excelente merienda preparada por Julien Girardot, el cocinero que ha sustituido esta semana Céline Blanchard. Este es el tercer embarque de Julien desde el comienzo de Tara Oceans pero el primero en el frío.

Vincent Hilaire

11/02/2012

Ban Ki Moon a bordo de Tara



Eric Karsenti, Ban Ki Moon, André Abreu, Agnès b, Romain Troublé, en proa de Tara. J.Girardot/Tara Expéditions

Un día histórico para Tara Expéditions. Después la conferencia de prensa en la ONU ayer, donde Eric Karsenti, el director científico, ha presentado la expedición Tara Oceans, Tara vive hoy lo que será un hito. El sábado por la tarde, Ban Ki-Moon, el Secretario General de las Naciones Unidas con sede en Nueva York, sube a bordo de Tara.

Ayer todavía la visita no estaba asegurada. Pero luego de un control in situ por el servicio de seguridad de las Naciones Unidas y su luz verde, se había confirmado al final de la tarde.

A eso de las 2 de la tarde de hoy sábado 11 de febrero, Ban Ki Moon, acompañado por sus agentes de seguridad, su esposa y su portavoz, Eduardo del Buey, llegan a la Marina de North Cove en Battery Park. Agnès b, Romain Troublé, el secretario general de Tara Expeditions, y Loïc Vallette, el capitán, les dan la bienvenida en el muelle.

Los motores de Tara estaban calentando desde ya unos minutos. La maniobra se lleva a cabo eficazmente y Tara sale en reversa de North Cove Marina, donde está amarrado desde hace una semana.

Con una cara sonriente, Ban Ki Moon escucha apasionadamente las explicaciones: los mástiles, las velas, el material científico. Visiblemente, el gobernante saborea el momento.

Al mando de su capitán, Tara recorre el Hudson River por quince minutos hasta entrar en el East River. El Brooklyn Bridge y Upper Manhattan desfilan frente a una tripulación seducida por la personalidad de su huésped quien no repara en hablar con unos y con otros, en toda simplicidad.

Ban Ki Moon entra luego en el comedor grande, descubriendo el vientre de la ballena. Un espacio de vida especialmente diseñado para expediciones polares. Guiado por Eric Karsenti el se familiariza con los retos de la misión y los dispositivos científicos a bordo. Se detiene un largo momento para descubrir las imágenes de este desconocido mundo del plancton en el laboratorio de Tara.

En vista de la próxima Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, el hace hincapié en su compromiso personal con la problemática de los océanos, e invita Tara Expeditions a incidir en la temática de los océanos para la humanidad, en los diversos espacios auspiciados por las Naciones Unidas en Río de Janeiro.

Nos estamos acercando al muelle de Chelsea, el nuevo atracadero de Tara hasta su salida para las Bermudas mañana. La maniobra de aproximación está en curso mientras Ban Ki Moon sigue descubriendo la cubierta de Tara y sus impresionantes cabestrantes.

Un último apretón de manos con Agnès b, un saludo al conjunto de la tripulación diciendo en francés "ser muy conmovido por esta visita": el secretario general regresa a tierra firme, dejándonos sobre una nube. Algunas lágrimas de emoción en los ojos de Agnès b, la diseñadora francesa mecenas de Tara, atestan, después de esta visita, de la enorme trayectoria de la goleta, sus socios, sus equipos de científicos y marineros. Esta vez no solo se trata de millas náuticas.

Vincent Hilaire

La importancia de la escala de Tara en Nueva York, la reunión de Tara con el Secretario General de las Naciones Unidas


Ban Ki-Moon, el Secretario General de las Naciones Unidas. Copyright: L.Bourgois

En su última y más importante escala estadounidense, Tara multiplica las reuniones estratégicas en Nueva York antes de emprender su viaje de regreso al puerto de Lorient.

Más allá de las numerosas visitas de escuelas, conferencias públicas y reuniones privadas con personalidades estadounidenses, la escala en Nueva York es un paso importante en la consolidación de las alianzas de Tara con el sistema de la ONU, en vísperas de la conferencia de Río+ 20 en junio, que plantará un amplio escenario para las negociaciones sobre el futuro de los océanos.

Entre los momentos destacados de esta semana sobresale la reunión histórica de agnès b., Etienne Bourgois, Romain Troublé et Eric Karsenti con el Secretario General Ban Ki Moon, quien reafirmó su compromiso con el Océano, homenajeando Tara Oceans como un modelo para la comunidad científica. Ban Ki Moon, quien habló en francés, dio su apoyo a las actividades propuestas por Tara para la Conferencia de Río+20, y ha sido oficialmente invitado a la premiere de la película Planeta Ocean.

Además de la reunión con el Secretario General de la ONU, se dieron otros pasos en pos de la continuación y aplicación de la investigación realizada por Tara Oceans y la dimensión internacional del proyecto Tara:

El anuncio público de la asociación de Tara con la UNESCO / IOC por su director en EE.UU, Philip Kridelka.

Las reuniones con la dirección del Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas (UNDPI) en el contexto de una campaña sobre los océanos en la Conferencia Río+20. "La visita de Tara a Nueva York es una oportunidad para reflexionar y sensibilizar el público sobre lo que está en juego en Río", dijo el Secretario General Adjunto de la ONU a la Información, Kiyotaka Akasaka. "Los objetivos de la expedición Tara Oceans están totalmente en sintonía con nuestra campaña “el futuro que queremos” y compaginan con todos los que se preocupan por los océanos y el medio ambiente".

Las reuniones con los coordinadores de UN Oceans y UNCSD para buscar convergencias y acciones comunes en Río+20. Se discutió también la futura participación de Tara Expéditions y la Tara Foundation for Marine Research en calidad de órgano consultativo de la ONU: el monitoreo de las negociaciones relativas a la aplicación de la Ley del Mar (UNCLOS), la implementación de un sistema de vigilancia internacional de la acidificación de los océanos, y la nueva Convención sobre los arrecifes de coral impulsada por el ICRI.