25/08/2016

David Monmarché, encargado del buceo


A lo largo de estos dos años de expedición en el Pacifico, se efectuarán cientos de sumersiones desde la goleta. La logística y la seguridad están a cargo de David Monmarché, apodado Monch.

“Yo me encargo del mantenimiento del material, suministro a los buzos todo lo que necesitan en equipamiento antes de las sumersiones. Después de cada una, vuelvo a cargar los tanques y preparo las sumersiones por venir. Mientras ellos están sumergidos, desde el inflable, monitoreo el recorrido de los buzos y cuido de los tiempos máximos. En paralelo, buceo también para muestrear plancton para la estación biológica de Roscoff, y como todos los marineros, participo activamente en las maniobras y tareas de la vida a bordo.

Los miembros de la tripulación bucean como parte de su trabajo;  Ellos tienen experiencia y son autónomos, se requiere menos dirección. Es diferente cuando organizamos sumersiones recreativas para los artistas en residencia, o los corresponsales embarcados.

En esta expedición se turnan dos grupos de buzos: uno en la mañana, para el coral, el otro por la tarde, para el plancton. Las sumersiones son limitadas a 2 por día por persona, y cuando se dan sumersiones profundas y de potencial riesgo, armamos la cámara de recompresión en cubierta para poder enfrentar un problema. Una vez los científicos están en el agua, asumo directa responsabilidad de las consignas que les doy, la elección del lugar, y el monitoreo de las condiciones exteriores como las corrientes y el oleaje.”

Entrevista por Yann Chavance

19/08/2016

Tara cruza la línea del Ecuador



Por 9na vez desde su nacimiento, Tara ha cruzado, este jueves 18 de agosto, la mítica frontera del Ecuador. El cruce de un hemisferio a otro es la oportunidad, acorde la tradición marítima, para bautizar los neófitos.

Desde nuestro zarpe  de Buenaventura, son 6 a bordo quienes nunca han pasado la línea del Ecuador navegando;  No se toma en cuenta el cruce en avión, demasiado fácil. El ritual de la línea queda fuertemente anclado en medio de los marineros desde hace siglos. En tiempos antiguos, pasar de un hemisferio a otro significaba lanzarse a lo desconocido y a los peligros del océano. Bautizar los neófitos permitía matizar los temores y hermanar la tripulación. Cambiando de hemisferio, los novatos entraban en el círculo de los marineros experimentados, tal como uno entra en una cofradía.

Con la presencia de Neptuno y de su esposa Anfítrite, la purificación por agua de mar y un carnaval festivo, la ceremonia del paso de la línea ha mantenido ciertos ritos. A bordo de Tara, estos se documentan por la entrega de un diploma en el cual Neptuno certifica que el neófito se ha vuelto lobo de mar. Este diploma espera a cada candidato en la punta del mástil, 27metros arriba de la cubierta.

Yann Chavance.

15/08/2016

De gigantes de los mares a gigantes de piedra


Después de Malpelo y sus muy discretos tiburones-ballenas, Tara sigue su ruta en el Pacífico, dejando este lunes el puerto de Buenaventura rumbo a la isla de Pascua y sus enigmáticos colosos. 

El paréntesis Malpelo terminó en un poco de frustración: no hemos visto tiburón-ballena alguno. Esta ausencia constituye, sin embargo, un resultado en sí mismo que permite conocer mejor los hábitos de esos grandes escuálidos alrededor de la isla colombiana.

Sandra Bessudo, directora de la Fundación Malpelo, regresará en noviembre para marcar los animales que nos evadieron esta semana. Pero estos días en Malpelo nos dejan el magnífico recuerdo de unas sumersiones en medio de tiburones-martillos.

De regreso a Buenaventura por cuatro días,  desembarcaban el equipo colombiano y los buzos, mientras embarcaban para el tramo siguiente hasta la Isla de Pascua: Guillaume Bourdin, ingeniero de cubierta; Fabien Lombard del Laboratorio Oceanológico de Villefrance sur-mer; Y el biólogo chileno James Herlan, de la Universidad Católica del Norte.

Esta escala fue también una oportunidad para recibir a bordo 240 escolares de Buenaventura y demás visitantes, entre ellos, el ministro colombiano de Medioambiente.

Yann Chavance.

07/08/2016

Esperando al tiburón-ballena



Malpelo©Romain Trouble_Fondation Tara Expeditions
A mediados de una semana especial alrededor de la isla de Malpelo, la tripulación sigue intentando, primero localizar, y luego marcar, unos tiburones-ballena. Desde la llegada de Tara al Santuario de fauna y flora, los dos equipos de buzos, uno para coral, otro para tiburones, se sumergen cuatro veces al día.

El equipo encargado de marcar los tiburones-ballenas, liderado por Sandra Bessudo, creadora de la Fundación Malpelo, sigue confiado en que aparecerán algunos individuos. Sandra explica: “Más tiempo estamos en el agua, más posibilidades tenemos de ver los tiburones-ballena. No son animales estáticos, se mueven todo el tiempo. Debemos estar sumergidos y sencillamente esperar para tener oportunidad de ver pasar un individuo”.

Los buzos llevan dispositivos que permiten recuperar una pequeña muestra de piel para los análisis genéticos y para implantar un emisor GPS debajo de la aleta dorsal.
Sandra, quien ha marcado 12 tiburones-ballena en los últimos meses, insiste: “Es la buena temporada, en Malpelo el tiburón-ballena empieza a llegar en mayo y se va alrededor de octubre o noviembre. Están aquí, eso es seguro. Es un asunto de suerte, nunca tenemos seguridad de lograr verlos, pero debemos seguir”.

Yann Chavance