28/07/2014

Rumbo a Líbano


Rumbo a Libano.Tara Expeditions
Desde nuestra salida de Mykonos, en el archipiélago griego de las Cícladas, somos diez a bordo, rumbo a Líbano. Un cambio de ambiente en la goleta.

15 en Cala Gonone, Cerdeña, 14 en Vlora, Albania, 12 en Zakynthos, Grecia. 10 después de la rotación de tripulación en Mykonos. 
Martin Hertau, jefe de maquinas para este leg; Rodolphe Gaudin, segundo capitán; Samuel Audrain,capitán; Marion Lauters, chef;  François  Aurat,  oficial de cubierta; Anthony Ouba, investigador libanes recién embarcado; Amanda  Elineau y Julieta Maury quienes realizan las estaciones de muestreo desde hace un mes. La presencia a bordo de Anthony, “doctorante” del laboratorio de Villefranche-sur-Mer, nos facilita, por su nacionalidad, el muestreo en aguas libanesas; Un artista en residencia: Emmanuel Regent, pintor y dibujante, quien retratará a su modo esta parte del viaje por el Mediterráneo.

Una tripulación reducida favorece los intercambios personales y el compartir de las tareas. Cada uno participa espontaneamente en los deberes de su vecino. La familia de Tara se reduce, se hace más cohesiva. Todos participan en los turnos de vigilancia nocturna, cada tres horas, para apoyar el marinero de guardia. Una oportunidad suplementaria para conocernos mejor, a lo largo de los siete días de muestreo que nos quedan para llegar a nuestra próxima escala: Beirut.

Yann Chavance

23/07/2014

Una parada inesperada


Boya oceanográfica CNRS, Patras, Grecia/Tara Expeditions
Este 22 de julio, pocas horas después de nuestra salida de Zakynthos, la isla de las tortugas marinas, Tara se desvía de su ruta por unas horas. Un desvío mínimo considerando que la ruta inicial era de bordear el Peloponeso para adentrarnos en el canal de Corinto rumbo a las Cícladas, al este de Grecia. Una breve parada en Patras, en el norte del Peloponeso, para recuperar un paquete inesperado: una boya oceanográfica.

Lanzada en febrero mar afuera de Grecia por un equipo del Observatorio Oceanográfico de Villefranche-sur-Mer, esta boya vagabunda recoge continuamente una gran cantidad de datos: temperatura, salinidad, densidad, etc.; Existen más de 3000 boyas semejantes en el mundo. Estas boyas están diseñadas para derivar con las corrientes y transmitir por satélite su información y su posición de forma permanente.

Pero hace unas semanas, el equipo francés se da cuenta de que la boya se acerca demasiado de la costa del Peloponeso, con riesgo de estrellarse en las rocas. Se envían en Grecia dos científicos del Observatorio para recuperar el instrumento y depositarlo en la Universidad de Patras, a la espera del paso de Tara.

El equipo científico aprovecha estas horas en tierra para enviar a los diferentes laboratorios todas las muestras recolectadas por Tara en los últimos meses. En cuanto a la boya oceanográfica ahora embarcada, la regresaremos nosotros mismos al mar en unos días, al salir de las aguas griegas.

Yann Chavance

18/07/2014

Sazan, una conservación franco-albanesa


Sazan, Albania.Tara Expeditions
La isla de Sazan, que uno divisa desde Tara atracado en el puerto de Vlora, Albania, es el centro de un proyecto de preservación que reúne entidades albanesas y francesas. Una colaboración oficialmente celebrada y registrada a bordo de la goleta, en escala en Vlora por cuatro días.

En diez años de aventuras en alta mar, Tara ha sido plataforma científica, lugar de seminarios, espacio de debate e instrumento educativo. Con nuestra escala en Vlora, Albania, la goleta se ha transformado esta vez por un par de horas en el marco simbólico de la firma de un importante contrato, sellando una política común entre el Conservatorio del Litoral francés y su homólogo albanés, la Agencia nacional del Litoral. En el centro de las relaciones entre las dos entidades se encuentra la isla de Sazan, la mayor de Albania, frente a la bahía de Vlora: una riqueza natural por conservar en un país donde, por largos años, los dolores políticos han primado sobre la conciencia ecológica.

En 2010, el litoral de la isla es clasificado área marina protegida: nace la AMP  Karaburun / Sazan, la primera y todavía única de Albania. El Conservatoire du Littoral francés impulsa así una colaboración con las contrapartes locales sobre el tema de la isla. Céline Damery, encarga de programas en el departamento de relaciones con Europa y lo internacional en el Conservatoire du Littoral, quien gestiona este caso albanes, explica: "Habíamos trabajado hasta el 2006 con las estructuras albanesas, en particular para unas acciones de conservación de lagunas. Regresamos aquí en 2011 porque queríamos aprovechar el impulso de la creación del AMP para ofrecer nuestra ayuda institucional y técnica, y apoyarles en la implementación de una política de gestión de las costas".

En 2012 y 2013, el Conservatoire du Littoral realiza, en el marco de su iniciativa PIM para las pequeñas islas del Mediterráneo, unas campañas de estudio de la biodiversidad en Sazan. Los  estudios revelan pronto la riqueza natural de la isla: unas 300 especies de flora, 40 especies de aves, 10 especies de insectos hasta ahora desconocidos en Albania. Este rico inventario seguido de una evaluación ecológica y del diagnostico de la contaminación de origen terrestre, permiten luego idear un plan de gestión para la isla. Sazan no es realmente parte de la AMP recién creada. "Las aguas que rodean la isla son parte de la AMP, pero el área terrestre es propiedad del Ministerio de Defensa y ahora mismo no tiene un estatuto que la proteja. Queremos trabajar en este proyecto porque puede ser un sitio ejemplar para Albania, con una verdadera gestión integrada de la tierra y del mar”.

A inicios del 2014, el concepto de un terreno protegido progresa entre homólogos franceses y albaneses, hasta que el pasado miércoles se firme el Convenio a bordo de Tara, bajo la mirada de las cámaras locales y de los políticos. "Es una nueva etapa en la cooperación con las autoridades albanesas, en intercambio de conocimientos y de experiencias en temas de gestión costera".

La tripulación de Tara se felicita de acoger esta firma simbólica y de la oportunidad de poner de relieve este tipo de iniciativas locales: para que nuestra misión científica en el Mediterráneo también haga hincapié en las iniciativas positivas que encontramos en nuestro camino.

Yann Chavance

12/07/2014

Breve escala en Ustica


Ustica/Tara Expeditions
En medio de la travesía de Cerdeña a Albania, Tara se topa con Ustica, una pequeña isla al norte de Sicilia. Es una oportunidad para que la nueva tripulación se reúna con los responsables de la primera Área Marina Protegida de Italia.
Nuevo zarpe, nueva tripulación: un ritual inmutable en cada escala larga. Al zarpar de Cala Gonone, Cerdeña, Tara recibe nuevos pasajeros, somos ahora quince; Dos artistas francesas, Carly Steinbrunn, dedicada a la fotografía de película, y Lorraine Féline quien realiza una película a bordo;   Dos científicos, Amanda Elineau, del Laboratorio Oceanográfico de Villefranche-sur-Mer, y François Galgani, oceanógrafo del IFREMER, experto en los efectos de la contaminación del mar; Dos miembros del equipo de Tara en tierra, Virgile Pesey a cargo de los nuevos asociados, y Xavier Bougeard, encargado de las actividades educativas. Él quien alimenta el sitio web Tara Junior podrá inspirarse de la mirada de un niño para ver Tara por un prisma nuevo: su hija, Cyanne, once años, embarca y descubre la goleta.

Navegamos desde Cala Gonone en medio de un mar bastante formado que remueve los estómagos  de los recién llegados. Una breve escala en Ustica, al norte de Sicilia, les cae de maravilla. Esta roca emergida en el mar Tirreno se encuentra desde 1986 en el centro de la primera Área Marina Protegida (AMP) en Italia, que abarca 16.000 hectáreas. A penas atracadas en el puerto del único pueblo de la isla, dos funcionarios del AMP nos visitan para compartir almuerzo e información sobre  su labor de protección del medio ambiente. Este tipo de encuentros es uno de los ejes de la presente expedición: vincularnos con las estructuras locales que contribuyen diariamente a la preservación del Mediterráneo. Aunque nuestro acercamiento al AMP de Ustica dure poco tiempo, contamos con esas reuniones para poder retratar la modalidad en la cual Mare Nostrum se protege localmente.

Yann Chavance

11/07/2014

Oceanomics, el "día después" de Tara Oceans


Velella velella juvenil en red manta©Tara Expeditions
Este mes de Julio, Cala Gonone, Cerdeña, no solo recibe Tara sino también un seminario de cinco días que reúne los científicos de Oceanomics.

El proyecto Oceanomics nace en marzo 2013: un consorcio de socios académicos, - CNRS, Genoscopio, Escuela Normal Superior-, y privados, como el Fondo Tara, se da hasta el 2020 para maximizar las enseñanzas del tesoro acumulado por la goleta. Más de un año después de su  lanzamiento, al culminar la colecta hecha por Tara Oceans (2009-2013), los primeros resultados son muy prometedores.
Este proyecto de 7 millones de euros se encuentra  todavía en su fase inicial, probablemente la más colosal: el análisis de datos; Casi 30 000 Muestras de plancton hechas a diferentes profundidades en unos 200 sitios en todos los océanos del mundo; Parámetros físico-químicos del muestreo: salinidad,  temperatura, porcentaje de oxígeno, etc.

Colomban de Vargas, el biólogo coordinador del Oceanomics, explica: “En esta primera fase de tres años, debemos extraer los datos pertinentes, ponerlos en orden, hacer estadísticas, comparar, y llegar a conclusiones".
Para procesar esta montaña de datos, quince laboratorios trabajan las diferentes facetas del proyecto, cada uno en su especialidad: Tecnología de imágenes, la observación directa de los organismos;  Secuenciación, la identificación de los genes; Estudio de la correlación con los parámetros físico-químicos, etc. "Siempre podremos ir más lejos, pero estimo que ya se ha hecho la mitad del trabajo. En cuanto a los eucariotas, de la más pequeña célula a los animales más grandes, ya tenemos una colección de más de mil millones de secuencias de ADN. Dentro de diez años, probablemente parecerá algo risible, pero por ahora, es simplemente enorme! ".

A eso, se añade una colección de más de 100 millones de genes de bacterias, de las cuales más de la mitad eran desconocidos;  Y 80 metagenomas secuenciados, el análisis del ADN de una muestra completa: bacterias, virus, larvas de peces, unicelulares, pequeños crustáceos, etc., combinados. Aunque este trabajo todavía este en curso, ya resaltan grandes sorpresas. "El descubrimiento más impresionante para mí es que estamos llegando a la saturación. En la actualidad, no estamos secuenciando casi nada nuevo. Sencillamente, ya le hemos dado la vuelta, en lo que al océano de superficie se refiere: hemos llegado casi al límite del directorio planetario de los genes, desde las bacterias a los animales. Nunca antes se había hecho, en ningún otro ecosistema del  planeta; Es una gran primera vez".

A finales de 2014 varias publicaciones darán cuenta de los primeros resultados que seguramente causaran revuelo en la comunidad científica. Incluso antes de la publicación de estos resultados, los primeros datos genéticos serán puestos a disposición de los investigadores en todo el mundo. "Nuestros colegas americanos están esperando ansiosamente el suministro de datos. Lo que sale de Oceanomics no nos pertenece más. Sin duda, saldrán nuevas publicaciones, nuevos descubrimientos. Queremos tener la imagen más amplia posible de este ecosistema".

Por último, la increíble cantidad de nuevos datos, incluidos los genes hasta ahora desconocidos, debe llevar los investigadores de Oceanomics a aislar nuevas moléculas. Los campos de aplicación, son inmensos: medicina, energía, biodiversidad, etc. Si sólo un año y medio después del inicio del proyecto los primeros resultados son tan prometedores, el futuro puede reservar más sorpresas. "Estamos abriendo un campo, un nuevo horizonte. Era un mundo tan desconocido hasta ahora. Inevitablemente, habrá descubrimientos".

Hasta el 2020, el plazo del proyecto Oceanomics, y en las décadas posteriores, la comunidad científica va seguir aprendiendo del inmenso tesoro recogido por un pequeño velero de 36 metros navegando en los océanos del mundo.

Yann Chavance



06/07/2014

Escala en Cerdeña


Cerdeña, Tara expeditions
Ocho días después de nuestra salida de Antibes, hemos llegado el sábado 5 de julio en la pequeña localidad de Cala Gonone, Cerdeña: una aldea de menos de dos mil personas encaramadas en una escarpada costa plagada de cuevas, a la orilla de aguas color turquesa.
Todos a bordo quieren bucear ya, o pisar tierra. Pero, como siempre en esta expedición, el programa es preciso y denso: conferencia de prensa, visita de periodistas, rotación de tripulación, eventos y trabajo con el Acuario de Cala Gonone, un socio de Tara Mediterráneo.
Y un importante seminario de Oceanomics, el gigantesco proyecto de explotación de  los datos y las muestras de las expediciones Tara Oceans y Tara Oceans Polar Circle. 
Durante cinco días, los investigadores involucrados en este proyecto global se encuentran en Cala Gonone para discutir los resultados iniciales.
Zarpe el miércoles para Albania, después de una breve parada en la pequeña isla de Ustica.

Yann Chavance

02/07/2014

Entre Córcega y Cerdeña


Entre Córcega y Cerdeña/Tara Expeditions
En la actualidad, el programa de la etapa Antibes-Cala Gonone es una prueba de adaptabilidad: nuestra ruta se decide día a día, y a veces de hora en hora, debido a las condiciones meteorológicas complicadas.
 
Sábado 28 de junio: dos días después de haber dejado Antibes, se respeta sin problemas el programa de muestreo definido  por Gaby Gorsky, el director científico de la expedición. Pasamos la noche anclados en la isla de Elba. Un pronóstico de fuerte viento del oeste alrededor de Córcega, donde debemos muestrear a lo largo de la costa, nos obliga a regresar hacia Bastia, costa este, para pernoctar. Precaución atinada: aunque protegido por las montañas de Córcega, Tara se tambalea toda la noche, sacudido por vientos de hasta 45 nudos bajo un cielo desgarrado por una multitud de  rayos.

Lunes, en la mañana: un boletín meteorológico especial interrumpe nuestros preparativos de navegación y cambia nuestros planes. Se anuncia un vendaval fuerte en nuestra zona, revolviendo la superficie e impidiendo el muestreo. Se toma la decisión con rapidez: nos quedaremos por un día más, aprovechando el lapso de tiempo sin maniobras. "Eso nos permite compensar el cansancio de los últimos días y cuidar del barco" precisa Samuel Audrain. Una oportunidad para que los marineros desembarquen para comprar materiales útil al mantenimiento de la planta desalinizadora, la nevera y el sistema eléctrico.

Para los científicos, este día al ancla es también un regalo. "Hacemos el balance de los últimos días, le damos mantenimiento a los dispositivos. Actualizo las fichas de muestras, resuelvo un problema del nitrógeno líquido. Dista mucho de ser un día perdido" explica Stéphanie Petit. Esta parada obligada es también una ocasión para comunicarse con el director científico y decidir del resto del programa. Después de considerar un regreso a la isla de Elba, se decide muestrear hacia fuera. Pero después de alejarnos de la costa y lanzar las redes, no recogemos gran cosa: casi nada de plancton y poco plástico.
Con el oleaje y un mar movido por 24 horas de viento, la superficie parece desierta: "Incluso cuando no hay recolección, es interesante, nos permite entender mejor los factores que influyen en la distribución de los plásticos" comenta Stéphanie.
Deberemos esperar horas y millas hacia el alta mar para que, avanzada la noche, la redes vuelvan a cargarse de partículas de plástico.

Martes: los boletines meteorológicos anuncian nuevas perturbaciones en nuestro camino. Nos resulta entonces difícil saber dónde estaremos muestreando en los próximos días. En la actualidad, sólo una cosa parece segura: estaremos el próximo sábado en Cala Gonone, Cerdeña, pero sin saber por qué ruta llegaremos.

Yann Chavance