18/01/2011

Rumbo a Antarctic Sound



Han pasado dos días desde que salimos del claro de hielo donde realizamos nuestra última estación en el Mar de Weddell. Después de volver a surcar aguas abiertas, al día siguiente hemos  bordeado el pack * hacia el oeste, en busca de fondos de 300 a 400 metros, para una nueva estación en la plataforma continental.


Este cabotaje al borde del hielo fue una oportunidad para nuevos encuentros con las ballenas jorobadas. El cielo era gris, el viento frío, con un poco de nieve.

A fin de día, después de habernos dejado derivar por la noche, y las condiciones meteo evolucionando hacia más viento, Hervé Bourmaud,  nuestro capitán, finalmente ha decidido regresar en aguas abiertas; El pack había avanzado también hacia el Norte, acercándose paulatinamente.

Tuvimos entonces que regresarnos para encontrar nuevos corredores hacia el Este y Noreste. Progresábamos con el radar en el laberinto, sabiendo que la puerta de salida no estaba lejos. Una vez fuera del hielo, después de varias horas de slalom, el viento se estableció a 45 nudos. Crestas de tres metros. Con témpanos de hielo ocultos por las olas, fue una navegación delicada…

Avanzábamos con motor y trinquete solamente. Hasta las cuatro de la mañana, hemos progresado así, antes de izar las velas y virar hacia el Oeste,  hacia la Península Antártica.

Mañana por la mañana, después de franquear las islas d’Urville y Joinville, deberíamos alcanzar Antartic Sound por el Norte. Todavía tenemos 140 millas por recorrer. A parte de Hervé Le Goff, ingeniero oceanógrafo, todos vamos estar descubriendo por primera vez la costa oeste de la Península Antártica. Vamos a ponernos a resguardo por tres días durante el paso de una nueva depresión, siempre con la esperanza de poder luego realizar esta estación en la plataforma continental. Este estrecho nos da acceso meridional al mar de Weddell.

A bordo, todo el mundo aprecia este período de transición antes de la próxima estación. Es un poco menos frio afuera; el agua de mar que es el regulador de nuestro clima es de 1 ° Celsius. Cada quien archiva, guarda, y viene preparando lo que sigue.

Esta noche, el mar (que todavía estaba fumando ayer por la noche bajo la acción del viento), es de aceite. No hay una pisca de aire. Vemos algunos icebergs alrededor. Después de la noche pasada, bastante agitada, que privó nuestros organismos de una verdadera recuperación, las próximas horas permitirán que todo el mundo recupere un poco antes de las próximas "citas" científicas.

Esta incursión en los hielos del mar de Weddell  permanecerá de todas formas en la memoria de todos. Fue una expedición dentro de la expedición. Un gran golpe de suerte también para la ciencia, dadas las benévolas condiciones que hemos disfrutado durante 24 horas antes de esta degradación.

Una buena estrella sigue protegiendo Tara.

Vincent Hilaire (13-01-2011)

* Pack: Témpanos de hielo flotantes desprendidos de la banquisa.

© V.Hilaire/Fonds Tara