19/09/2013

Ni Eldorado ni santuario: en pos de una gestión sostenible del Ártico


Océano Ártico. ©A.Deniaud/Tara Expéditions
PETICION DE TARA EXPEDITIONS PARA EL ÁRTICO

Ni Eldorado ni santuario: en pos de una gestión sostenible del Ártico

Tara está llevando a cabo una circunnavegación del Océano Ártico con fines científicos. A finales de agosto, la goleta ha cruzado el paso del Noreste y está ahora en ruta hacia el Paso del Noroeste. Este año, el mapa del hielo ártico indica que el derretimiento del hielo no es tan importante como en el verano de 2012, una temporada record. Pero eso no cuestiona en absoluto la tendencia de calentamiento observada en los últimos años. De hecho, las siete mínima de hielo más importantes han sido registradas en los últimos siete años. Después de tres meses en las latitudes altas, Tara Expéditions tiene la oportunidad de formular una petición en defensa del Ártico.

¿Por qué la expedición Tara Oceans Polar Circle?

En primer lugar, porque Tara es una goleta polar y que Tara Expeditions posee una experiencia poco común en la materia. Más allá de la pasión por la aventura y el Ártico, Tara Oceans Polar Circle es una expedición científica que complementa la recolección de muestras de los ecosistemas marinos realizada entre 2009 y 2012 en la expedición Tara Oceans. Esta investigación en el Ártico, que resulta importante realizar ahora, permitirá entender la adaptación específica de este ecosistema esencial en una región en rápido cambio. Tara navega en busca de conocimiento y de ciencia, gracias a la pasión de los involucrados para que el Ártico no sea visto de otra forma que como un paraíso turístico "exótico", un paso de cargueros o un nuevo Eldorado petrolero.

Más se derrite, más aceleramos

El Ártico es una de las últimas grandes áreas naturales del planeta, un ecosistema único y frágil, con una biodiversidad tan rica como desconocida. Con el desarrollo industrial, el crecimiento económico y la presión de las actividades humanas, los cambios climáticos están alterando la región a una velocidad vertiginosa. Entre estos cambios, está el brutal derretimiento del hielo de verano, la acidificación del Océano Ártico, el deshielo del permafrost en Siberia y las amenazas a las especies endémicas como el oso blanco de Siberia. Estos fenómenos impactan no solo en la vida de los 5 millones de personas que viven en el círculo ártico, sino también en el mundo entero, y requieren una respuesta global y urgente. Podemos avanzar conciliando la conservación, la innovación y el desarrollo.

A pesar de los avances de la ciencia y de la navegación polar, los costos logísticos de la exploración en el extremo Norte siguen siendo muy altos. Frente al apetito de los actores involucrados en la explotación de las reservas de petróleo y gas en la región, el esfuerzo de investigación científica es muy débil.

Unas riquezas biológicas todavía poco estudiadas

Vale recordar la importancia de la biodiversidad del Ártico en el bombeo de carbono global, y la consecuente necesidad de investigar para fundamentar con un máximum de elementos  las decisiones futuras. Más allá del espejismo de un nuevo Eldorado petrolero, el Ártico es un ecosistema mal conocido,  que bien puede contener unos nuevos recursos biológicos necesarios a un mundo en proceso de cambio profundo. La biodiversidad del plancton polar podría ayudar a producir energía, encontrar aplicaciones en la medicina y la industria. Las diatomeas (plancton), por ejemplo, producen su esqueleto de cristal en aguas muy frías, mientras somos incapaces de hacerlo sin hornos de alta temperatura glotones en energía.

La expedición  Tara Oceans Polar Circle es parte del esfuerzo internacional de investigación para comprender mejor la región y utilizar sus recursos de manera sostenible. El proyecto reúne a los actores civiles y científicos de varios países, que creen en una gestión compartida y racional de estos recursos. Durante su viaje, Tara Oceans Polar Circle ha cruzado 12 de las 13 zonas de suma importancia ecológica y biológica definidas según los criterios establecidos por la ONU. Los datos sobre el plancton complementarán los estudios en curso para definir áreas de rica biodiversidad, teniendo en cuenta el plancton como indicador de la salud general de los océanos.

Los costos ocultos del Ártico

El análisis de los costos ocultos del cambio climático en el Ártico no muestra que ninguna inversión será sostenible si no se toman en cuenta los factores ambientales. La descongelación del permafrost en Siberia, por ejemplo, puede liberar tanto metano que el "costo " de este fenómeno se estima en 60.000 billones de dólares [1]. Este enorme sumidero  de metano de hecho puede tener consecuencias impredecibles para el clima global. Este gas tiene una contribución al efecto invernadero 22 veces más potente que el C02.

La investigación realizada por las instituciones francesas a la punta de la problemática de la acidificación del océano [2] muestra que el Ártico, donde las aguas frías absorben mas gas de carbono que las regiones tropicales y templadas, es especialmente vulnerable al fenómeno.

Este año, el mapa del  hielo en el Ártico indica que el derretimiento del hielo no es tan importante como el record registrado durante el verano de 2012. Esta aparente "buena" noticia, no pone en tela de juicio la tendencia de calentamiento observada desde 1981. Se esperan unas nuevas previsiones científicas a finales de septiembre, cuando el GIEC [3] de a conocer la primera parte de su nuevo informe.

La introducción de políticas para la gestión sostenible de los recursos minerales y biológicos en el Ártico es un desafío para preservar el área. A diferencia de la Antártida, el Ártico no tiene un estatus internacional gestionado dentro de la ONU. Creado con el objetivo de velar por sus propios intereses en la región, el Consejo Ártico [4], formado por los ocho Estados ribereños,  no progresa en materia de gestión sostenible y conservación, y se opone a las demandas de santuarizacion formuladas por las organizaciones ecologistas. De ahí la necesidad de un acuerdo para una gestión racional de los recursos, a través de acuerdos negociados, y el establecimiento de áreas protegidas (Áreas Marinas Protegidas) para al mínimo salvaguardar las zonas sensibles de un punto de vista biológico y ecológico.

Tara Expeditions  invita los actores oficiales, junto a la sociedad civil, a emprender acciones en favor del Ártico, tales como: normar la protección del medio ambiente en los procesos de explotación de los recursos naturales; Facilitar el acceso de los programas de investigación;   Definir e implementar nuevas normas internacionales para el transporte marítimo en el Ártico; Reglamentar la pesca en el Ártico, actualmente en expansión ; Controlar y regular  más estrictamente el turismo en el Ártico; Crear una red de áreas marinas protegidas para las áreas de importancia ecológica; Ampliar el Consejo Ártico.

¿Cuánto tiempo tardaremos en ver estas medidas sobre la mesa de negociación? Lo único seguro es que, dados los rápidos cambios que se producen, la emergencia ecológica debe ir de la mano con la emergencia económica.

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[1] Nature - Gail Whiteman, Erasmus University, Netherlands; and Chris Hope and Peter Wadhams, University of Cambridge
[2] Laboratorio de Ciencias del Clima y el Medio Ambiente (LSCE / IPSL: CEA – CNRS) Laboratorio de Oceanografía y Clima: experimentos y análisis numéricos  (LOCEAN / IPSL: CNRS - IRD - MNHN - Universidad Paris 6)
[3] Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático
[4] El Consejo Ártico fue establecido en 1996; Está compuesto por ocho miembros permanentes: Estados Unidos, Canadá, Rusia, Dinamarca, Noruega, Islandia, Finlandia y Suecia.