23/05/2013

Estación y depresión


Primera estación científica. Y.Chavance/TaraExpéditions

Al planificar una vuelta al Ártico en poco más de seis meses, los equipos de Tara esperaban enfrentar circunstancias difíciles, sobre todo cuando se trata de agenciar en cubierta un sinfín de instrumentos y de muestras. Sin embargo no contaban toparse tan pronto con unos imprevistos meteorológicos.

La primera estación de muestreo estaba programada, desde hace mucho, alrededor del 26 y 27 de mayo en el límite de las aguas islandesas. Esto era sin contar con una fuerte depresión viniendo del oeste, cuyo centro toca el área específica de muestreo en el preciso momento. "De seguir como previsto, recibiremos vientos de 40 o 45 en plena estación", explica Loïc Vallette, el capitán. En estas condiciones, la seguridad de los instrumentos y de los científicos hubiera estado comprometida. En otras palabras, debimos cambiar de plan, adelantar la fecha de la estación antes de que la depresión nos afecte.

"No tenemos otra opción, precisa Lionel Guidi, el jefe científico a bordo durante esta etapa de la expedición. Conjugamos varios parámetros: las aguas territoriales, la profundidad de la zona, porque necesitamos al menos 1.000 metros de profundidad para muestrear, y por supuesto, el tiempo restante antes de la llegada de la depresión". Esta primera estación se lleva a cabo mucho más al sureste de lo esperado, para poder muestrear este viernes por la mañana. "Estamos todavía esperando los últimos datos satelitales para determinar el mejor lugar. Hay un plano poco profundo en esta área que debe ser rico en plancton. Tenemos que encontrar un equilibrio entre la zona más productiva y la profundidad suficiente para nuestros instrumentos”.

Toda la tripulación ha tenido que afanarse en estos días preparatorios: calibrar los instrumentos, chequear el software, preparar botellas y frascos para recibir las muestras, con un código-barras que identifica el tipo de muestra, la estación, la profundidad, etc. "Todo debe estar listo antes de la estación, después ya no hay tiempo" advierte Lionel. El denso programa de esta estación involucra el conjunto del equipo científico de sol a sol. Y si la depresión lo permite, se programa un medio día adicional el día siguiente. 

"¡De todos modos, la vamos a sentir! avisa Loïc. Después de la estación, aprovecharemos el viento generado por la depresión para avanzar un máximo con vela. Luego, antes de llegar a las Islas Feroe, deberíamos tener un clima más benévolo". Confiando que el clima nos sea favorable al momento de la estación.

Yann Chavance