29/01/2015

Arquitectos


En Lorient, Olivier Petit, uno de los dos arquitectos de la goleta, confiesa su emoción en cada una de sus visitas a Tara. 
Hace 25 años, junto a su amigo Luc Bouvet, el dibujó los planes de “Antartica”, el primer nombre de Tara, para una expedición diseñada por Jean-Louis Etienne.

¿A que se parecía el barco ideal en sus mentes? ¿Cómo se les ocurrió esta forma tan peculiar?
Se hablaba de espacio, de volumen, de poder transportar numerosos equipos: trineos, esquís…Nuestros deseos de exploración eran orientados a la vez hacia el mar y la montaña.
Hemos concebido un barco que aguante un invierno en el hielo polar. La esencia viene de allí. De querer diseñar un barco de navegación veloz, sus formas hubieran sido totalmente diferentes. El barco iba a cubrirse de nieve, no debía colapsar bajo el peso; Se impusieron las formas redondas en todas partes. De ahí el perfil muy compacto y esta silueta de iglú en las superestructuras.
Queríamos muchas ventanas para maximizar luz y recuperación del calor por efecto de invernadero. Esto funciona muy bien… ¡Sobre todo cuando el barco se encuentra en el Mediterráneo!
El interior tiene pinta de refugio de alta montaña, porque los miembros del equipo a cargo de las instalaciones interiores eran montañeros. En cuanto a materiales, optamos por un casco de aluminio, para obtener una masa la más ligera posible, un barco que pueda elevarse acorde a la presión del hielo. El plan de cubierta, con su aparejo de goleta, responde al imperativo de facilidad de maniobra. La idea es que dos marineros solos puedan operar el barco y tomar rizos fácilmente.

¿Alguna vez imaginaron que, 25 años después, el barco estaría todavía metido en expediciones?
No, en absoluto, ni uno solo segundo! El ha tenido tres vidas sucesivas, algo que no se prevee. Ahora el barco nos supera, no nos pertenece.

Hoy en día, para construir un nuevo barco ideal, ¿sería la goleta una inspiración?
Con mi nuevo socio, Nicolas Berthelot, hemos trabajado en nuevos proyectos de barcos de expedición, de 40 y 62 metros. Los tenemos en reserva. Hemos retomado algunas cosas de Tara, hemos revisado otras, tales como la sala de máquinas. En el momento de su construcción, no hemos tomado en cuenta del tiempo que los jefes de máquinas pasarían en ella, doblados en una posición incómoda.

¿Se siento listo para Tara VI?
Sí, por supuesto! Solo elijan el tamaño.

Entrevista realizada por Noëlie Pansiot