15/07/2012

Tara en Brest: la goleta celebra 20 años de magia


Brest, público. V.Hilaire/Tara Expeditions

Después de poco más de dos días de una navegación placentera desde Dublín, con viento a favor, Tara llega a Brest. Tonnerres de Brest, Truenos de Brest, una reunión anual de veleros tradicionales de toda Europa, cumple veinte años, con cientos de velas más bellas una que otra. El evento dura hasta el 19 de julio. Después, toda la flota llamada Armada hará ruta hacia Douarnenez doblando el cabo de la Cabra.

Después de la punta de San Mateo, Tara entra en la bahía de Brest por su cuello de botella. Empieza la tarde, el sol está brillando y la brisa irisa la superficie del agua.

Después de la tradicional fotografía de tripulación que marca el final de una visita en tierra de Irlanda, Tara goza de un primer encuentro con el público a lo largo de los muelles del puerto comercial de Brest. En el micrófono, Jean-Louis Etienne comenta la continúa llegada de un flota procedente de todo el Viejo Continente. Drakares de Noruega, trimaranes de competición, rompehielos rusos, lanchas tradicionales de las costas de Francia. Un ballet alegre. Las tripulaciones y el público en tierra se saludan. Tara se dirige hacia la bahía para izar sus velas y dar unas vueltas de exhibición. La brisa sube a unos 20 nudos.

El horizonte se llena de velas de todos los colores y más de cien barcos se cruzan y se vuelven a cruzar. Velas antiguas rojas, spinnakers, clásicas configuraciones Marconi, barcos de dos y tres palos incluyendo el elegante "Recouvrance" lanzado aquí en Brest hace veinte años. Todos en cubierta disfrutan de este excepcional momento. Tara vira, establece su yankee, saca provecho del viento para ganar velocidad y despegar.

Mientras en tierra ya no es tan común, aquí el pueblo del mar concentrado por unos días intercambia efusivos saludos y salvas de fotos. Las tripulaciones aprecian a su valor esos momentos mágicos cuando se mezclan barcos de ayer y de hoy.

Tara vira de nuevo, la tripulación entra la danza de una maniobra a mano en modo de casi regata. Vueltas y horas más tarde, guardamos la tela y regresamos a un fondeadero seguro al atardecer. Esta noche a las 23, Tara participa en un desfile de barcos polares, la fiesta solo empieza, habrá más truenos antes del 19 de julio.

Vincent Hilaire