31/05/2017

Retrato de marinero: Loïc Caudan


Loïc Caudan tiene algo del hombre en sombras a bordo de Tara. Se esconde en las entrañas de “la ballena” donde vigila los órganos vitales. En la sala de máquinas, en el taller, en bodegas o debajo de los pasillos, lejos del trajín en cubierta, él actúa con detallismo, en un silencio que le conviene.

32 años, casado, Loïc se crió en una región cercana a Paris, el Val-d’Oise. Cursa una licenciatura en geografía, lo que le permite estudiar historia, sociología, climatología, geología...Al mismo tiempo, él consigue su diploma de instructor de vela ligera habitable. Presta luego un servicio benévolo durante un año en el famoso centro de vela “Les  Glénans”, antes de diplomarse de instructor deportivo en la escuela nacional de vela de Quiberon.

Después de tres temporadas como instructor en Les Glénans, él integra la organización del Padre Jaouen, dedicada a la inserción social por medio de la vida común en navegación en alta mar. Allí, Loïc perfecciona sus conocimientos y adquiere experiencia en el mantenimiento y reparación de barcos. Esto le permite lanzar su propio proyecto, la rehabilitación de un velero con casco de acero, para luego navegar a lo largo de África, Brasil y Uruguay.

En 2012, obtiene su certificado de mecánico 750kw y se une, en calidad de mecánico benévolo, a la expedición Under The Pole, en Groenlandia. Luego, embarca como mecánico por 8 meses en un barco de pesca oceánica de 35 metros.

“Con Tara, mi deseo era seguir a bordo de un barco de trabajo pero navegar con vela, la forma más agradable de navegar”. Desde hace 2 años y medio, Loïc se turna con Daniel Cron en el puesto de Jefe mecánico. ”Es un poco frustrante, solo nos cruzamos cuando nos relevamos. Pero esta vez, acabo de embarcar en calidad de oficial de cubierta. Eso nos da la oportunidad  de navegar juntos por un mes hasta las islas Fiji. Y eso me da mucho gusto. Somos de carácter opuesto, Loïc  reservado, yo extravertido. Él,  a primera vista parece un poco oso. Pero es un falso duro. Debajo del oso, hay dulzura. Aunque él pueda ser realmente gruñón cuando se trata del malgasto de agua y energía eléctrica a bordo. Y tiene la razón”. 

Es que Loïc conoce el valor de cada gota de agua, de cada watt. Él está a cargo de la producción de energía a bordo: motores, generadores, desalinizador, circuitos eléctricos, circuitos de agua para la ciencia embarcada y el uso sanitario. Loïc cuida de los órganos vitales de Tara y nunca rehúsa dar una mano a sus compañeros. Con su ironía un tanto cínica y su cultura general,  participa en intercambio permanente de bromas en medio de la tripulación. Pero no le gusta ser foco de atención, uno debe prestar atención a su voz discreta. Cuando esta corresponsal de prensa lo quiere retratar en foto o video,  él se da la vuelta o cierra los ojos: “Arréglatelas para sacar una foto cuando yo tenga los ojos abiertos. Tal vez sea tiempo de que consigas un verdadero trabajo”. Carcajadas.

Noëlie Pansiot