11/04/2013

EL Llamamiento de Paris para el Alta Mar


Amanecer, desde el mastil de Tara

EL Llamamiento de Paris para el Alta Mar

Más allá del horizonte, más allá del control del Estado, se extiende el Alta Mar. Esta amplia mitad del planeta nos resulta menos conocida que la superficie de la luna. Sin embargo, no podríamos vivir sin ella. El Alta Mar nos alimenta, suministra la mitad de nuestro oxígeno, equilibra nuestro clima, secuestra la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, y soporta la casi totalidad de los intercambios de mercancías. Él inspira a nuestros poetas y hace soñar a nuestros hijos. De pertenecer a una nación, sería considerado y cuidado como un tesoro.

Pero el Alta Mar no pertenece a nadie. Debe ser administrado en el interés general, como el  "bien común de la humanidad". 

En 1982 en Montego Bay, Jamaica, se definió parcialmente un marco de reglas y una autoridad para la explotación del suelo y subsuelo marino, pero no se alcanzó a regular sobre la columna de agua. Con la Convención sobre el Derecho del Mar, las Naciones Unidas han dado un paso necesario, crucial, para una gobernabilidad responsable del mar. Pero 30 años después, nos consta que ha sido un paso insuficiente para proteger una joya cuyas riquezas descubrimos cada día un poco más.

Hoy en día el Alta Mar se ha, en parte, convertido en un lugar de no-derecho, expuesto al saqueo de sus recursos más profundos, atacado por los tráficos y una contaminación que penetra hasta los mares más lejanos. La inmensidad se está muriendo, se está marchitando la vida. La emergencia está sobre nosotros, antes de que la indiferencia cobre su precio.
Sin embargo, hay esperanza. En todas partes, la sociedad civil se moviliza y con ella, las naciones. Existen soluciones.

Se ha lanzado la convocatoria para que, en el transcurso del 2013, y a más tardar al otoño de 2014, la Asamblea General de las Naciones Unidas ponga en marcha, en el marco de la Convención sobre el Derecho del Mar, las negociaciones previas a la creación de un instrumento internacional de protección de la biodiversidad en Alta Mar. Pero existen reticencias y frenos activos.

Conscientes de que sólo una gobernanza internacional compartida, transparente, democrática, permitirá salvaguardar y administrar de manera sostenible la riqueza de este bien común único, nosotros, los firmantes del Llamamiento de París para el Alta Mar nos comprometemos a: 

-Movilizar todas las fuerzas vivas de la sociedad civil para incitar nuestros gobiernos socioeconómicos y redes, a lograr un acuerdo ambicioso en la Asamblea General de las Naciones Unidas de2014;

- Pedimos que la Asamblea General de las Naciones Unidas otorgue un mandato claro para que las negociaciones abarquen en su conjunto la preservación de los ecosistemas en el Alta Mar, el acceso y el compartir de los beneficios relacionados con la explotación de los recursos genéticos marinos, las áreas marinas protegidas, las evaluaciones de impacto ambiental, el apoyo a la investigación y la transferencia de tecnología marinas;

- Proponemos que la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos esté involucrada en la gestión de los recursos del Alta Mar, y particularmente los recursos genéticos marinos, dándole los medios operativos para llevar a cabo sus misiones;

- Recordamos los objetivos perseguidos antes de 2020, o sea cubrir el 10% de los océanos por áreas marinas protegidas, unos objetivos establecidos en Nagoya en 2010 en el marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica;

- Queremos que la sociedad civil este plenamente asociada a los procesos internacionales relativos a la utilización y la gobernanza del Alta Mar.

Por estas resoluciones, afirmamos que el Alta Mar no es sólo un asunto de especialistas y profesionales, sino también un fundamento de la supervivencia de la humanidad y que, como tal, concierne a cada uno de nosotros.

Con gravedad, confianza y determinación, creemos que es el espacio obvio de una co-construcción pacífica y ejemplar de los Estados, que deben proponer a las generaciones venideras una "economía azul" innovadora, basada en el respeto a los ecosistemas y a los derechos humanos. Refundar la relación de los hombres con el Alta Mar es un paso esencial de contribución al desarrollo humano, así como a la capacidad de resistencia del planeta y su clima. Se trata de una urgente y ardiente ambición.

Del océano nace la vida, es un océano vivo que queremos legar a nuestros hijos.

Firmantes : Príncipe Albert II de Mónaco, Patrick Poivre d’Arvor, Yann Arthus Bertrand, Hubert Reeves, Luc Jacquet, agnès b., Jean Jouzel, Nicolas Hulot, Jean-Paul Delevoye - presidente del CESE, Catherine Chabaud, Patricia Ricard, Isabelle Autissier, Erik Orsenna, Jasmine y Philippe Starck, Natacha Régnier, Romain Troublé, Etienne Bourgois - presidente de Tara Expéditions, Maud Fontenoy, Maud Fontenoy Fondation, Jacques Rougerie, Serge Orru, Anne Hidalgo, Françoise Gaill, Eric Karsenti, Jérôme Bignon, Allain Bougrain-Dubourg, Lady Pippa Blake, Jean-Louis Etienne…

Para profundizar, y firmar el Llamamiento para el Alta Mar: http://www.lahautemer.org/en/