01/10/2013

Camino a Arctic Bay


Camino a Arctic Bay. M.Hertau/Tara Expéditions

Una vez terminada ayer la estación científica en el Lancaster Sound, Tara reanuda su viaje hacia Arctic Bay, una aldea Inuit canadiense. En camino, haremos otro muestreo. Un anticiclón bien establecido en esta área nos permite beneficiar de un clima muy agradable para principios de octubre, pero las noches son frías. Se requiere vigilancia para evitar ser atrapados por el hielo en los fiordos que vamos a cruzar durante los próximos días.

Pese a un sol generoso, la estación de muestreo en el suntuoso LancasterSound empieza mal. Primero, algunas bombas se han congelado durante la noche. Las biólogas Céline Dimier-Hugueney y Julie Poulain Hugueney, a cargo de la filtración del agua de mar, las deben descongelar antes  con agua caliente.

Luego, la serie negra continúa durante el ascenso del Régent Regent, una de las redes de captura del plancton. Debido al rodeo, un marinero se resbala y no puede detener la red en su subida. En un estallido sordo y pesado, el cable del Régent se rompe. Se pierde la red y el scanmar que iba con ella. El scanmar es el aparato que permite conocer la profundidad a  la cual se encuentra un dispositivo oceanográfico sumergido.

En popa, las caras hablan volúmenes del malestar resentido. Pero como siempre a bordo, imperan rápidamente acción y sentido positivo. Es allí donde uno reconoce los buenos equipos humanos. En un episodio desagradable en el cual solo hay pérdidas materiales, el marinero involucrado recibe el apoyo moral del conjunto.

Hoy, al despertar, eso queda casi borrado tras una noche agitada por un frente de viento. El  espectáculo nos acapara de entrada, con un iceberg tabular macizo, como tallado al hacha. Los quince tripulantes están en cubierta y los marineros se afanan para maniobrar en seguridad cerca de este gigante de agua dulce.

Después del Lancaster Sound, la bahía de Admiralty Inlet nos seduce por su paisaje de montañas nevadas que terminan en forma de mesas. Desfilan a ambos lados de la timonería de Tara como en una película.

Esta noche llegaremos a Arctic Bay cuyo nombre original en Inuktitut era “el bolsillo”. El nombre de  Arctic Bay surge en 1872, cuando un ballenero epónimo atraca allí, muchísimo tiempo después de que llegaran los primeros Inuits desde Asia. En aquellos tiempos, ellos habían cruzado el Estrecho de Bering caminando.

Vincent Hilaire