Tara llega a Groenlandia.
F.Aurat/Tara Expéditions
|
Desde la tarde del viernes, después de cruzar sin problemas el Mar de Baffin, la tripulación disfruta de las bellezas del fiordo de Uummannaq, Groenlandia. En este fiordo que se abre sobre la costa oeste de la isla gigante y helada, los científicos realizan este sábado una estación larga, con un muestreo en superficie y otro a una profundidad de 400 metros.
En el centro de un
escenario rodeado de altas montañas cubiertas de nieve, se encuentra la isla de
Uummannaq, de una superficie de 12km2. Su punto más alto es un pico rocoso de 1175
metros. La isla debe su nombre a su forma, la de un corazón, o sea uummannaq en
groenlandés.
Este es otro de
esos lugares que nos hacen amar la vida y medir la suerte de poder estar aquí. Uno
desea compartir eso con sus seres queridos, los que no pueden viajar para
llenarse el alma de este regalo de la naturaleza, que entrega mucho más que un
simple placer visual. Los catorce a bordo han sentido esta dimensión desde las
primeras millas recorridas en el seno de este estuche de joya. Colores,
icebergs esculpidos frutos de la genialidad de un artista con una creatividad
insaciable, crestas nevadas y acantilados abruptos que se tiñen de rosado al
atardecer.
Luego de una
buena noche pasada a la deriva entre los icebergs, el equipo científico ha
regresado a la tarea bajo un sol espléndido. El fiordo está lleno de tesoros
ocultos de diversidad que Lars Stemmann tiene la intención de caracterizar. Empezando
por unas misteriosas “brines”, unas aguas de superficie muy frías, remanentes
del invierno anterior, que fluyen hasta encontrar agua de misma densidad.
Las múltiples inmersiones
de la roseta han permitido localizarles entre 100 y 120 metros a temperaturas
de 0,8 ºC. El interés científico es de identificar los microorganismos que
viven en esas "brines”. ¿Serán estas
salmueras un hábitat particular para el plancton? Esta es una de las preguntas
de la presente estación nº 206.
Nos quedaremos en
modalidad de ciencia en el fiordo hasta mañana por la tarde, a pocas millas de
Uummannaq. Algunos centenares de casas de madera de todos los colores están agarrados
de esta roca. 1400 Kalaallit, los Inuit de Groenlandia o Kalaallit Nunaat, viven
aquí con algunos inmigrantes daneses. Es un paraíso para los trineos tirados por
perros y se dice que los mejores pilotos del país viven en la bahía de Uummannaq.
En el fondo de
esta majestuosa bahía se erige el Qarajaq, uno de los glaciares más rápidos del
mundo. El progresa de más de 7 kilómetros por año y produce la mayor parte de
los icebergs que estamos admirando desde hace veinticuatro horas.
Vincent Hilaire