06/07/2011

¡De vuelta al pueblo!


Francesca Benzoni en Rikitea. S.d'Orgeval/Tara Expéditions.

Estamos de vuelta al muelle de Rikitea: un día de pausa para los científicos. El ritmo de trabajo de dos inmersiones al día es agotador. "Cuando empiezo a no tener ganas de hacerlo, entonces debo parar". Francesca sabe que en buceo uno debe estar atento a las señales que da el organismo: nada de objetivos tercos, la salud y la seguridad de las personas son prioridades. El equipo aprovecha la pausa para organizar los primeros resultados y preparar la reunión con la población, programada para esta noche.

A las 9 a.m, la sala del polideportivo está abarrotada de gente para la misa. Ya no hay cura en las Gambier y son diáconos quienes ofician cada domingo, en el idioma de Mangareva. Después de la comunión, uno de ellos toma el micrófono e informa: "A las 17h hoy, aquí mismo, el equipo de Tara Oceans presentará su trabajo y hablará sobre la salud de nuestra laguna, es importante, afecta a nuestro entorno y afecta a todos". Religión y ciencia se juntan a veces de modo convivíal. Con este anuncio, esperamos poder reunir numerosos fieles de la expedición científica.

A la hora señalada, el público está presente, aunque menos numeroso que en la mañana. Hervé abre la ceremonia y cada científico describe luego su papel y sus observaciones en la laguna.

"Hemos encontrado corales en un estado de salud muy variable, dependiendo del lugar; Un arrecife muy saludable en el sur, pero por lo contrario, del lado de Taravai, un coral que ha sufrido bastante hace 10-15 años y que está volviendo a crecer", explica Francesca, "por lo que tenemos ahora nuestras preguntas para usted: ¿Hubo algo, unos eventos específicos en esta área, 10 o 15 años atrás?". Pocas respuestas... Pero en las islas, los habitantes nos han compartido sus observaciones empíricas que vienen corroborando las observaciones metódicas que hemos podido realizar. Y a su vez, el estudio subacuático de la vida del coral alimentará la memoria colectiva de los habitantes de la laguna. Se mencionan de nuevo la ciguatera, preocupación recurrente, y las consecuencias de los ensayos nucleares. Convenimos de una nueva cita para una presentación final, la semana próxima.

Ya resuenan los tambores cerca de la catedral en el otro extremo de la isla."¡Vamos a bailar!" lanza Vincent. La tripulación de Tara ya hizo suyos los ritmos locales. Cada noche el grupo de baile dirigido por Dany repite para las fiestas de julio. Atendemos sus entrenamientos, fascinados por el movimiento de caderas que son parte del mito de la Polinesia. Cosquillas en las piernas, tenemos ganas de unirnos a los bailarines, pero nos retiene el temor a interferir, perturbar: el ambiente se siente estudioso, la repetición intensiva, la presión aumentando; Los dos grupos de la isla competirán a mediados de julio en una coreografía escenificando las leyendas de Mangareva.

A partir del 8 de julio comienza el "Te pupuraga kai," la ofrenda de frutas, en la cual los grupos de danza van de casa en casa a bailar, ofrecer frutas y recaudar dinero. Siguen las pruebas tradicionales: carrera de portadores de frutas, pelar y rallar el coco, la pesca, la canoa, etc. En caso de que la cosecha de corales, el despliegue de la CTD-roseta, o la inmersión de redes de plancton fueran pruebas aceptadas, tendríamos nuestra oportunidad de competir también; Pero nos limitaremos a ser espectadores.

Regresamos entonces quietos al barco, anticipando que el buceo porvenir podría ser mas movido que la semana pasada. Debemos evitar el desgaste. El clima se viene deteriorando en estos últimos días. La selección de los sitios de buceo, diseñada para cubrir la diversidad de la laguna, depende también de las condiciones del cielo. Es imperativo encontrar un fondeadero protegido para Tara, e ir en lugares protegidos de las olas para evitar el efecto de "lavadora" que tan mal le sabe a Eric en sus inmersiones.

Tenemos la intención de ir ahora hacia el norte, la última gran zona inexplorada por los buzos y no sondeada. Tara deberá progresar con sumo cuidado ya que los arrecifes de poca profundidad surgen a veces de forma sorpresiva. Ubicar los mejores anclajes: la asesoría de un pescador veterano nos ayudara sin duda a esquivar las trampas.

Sibylle d'Orgeval