De izquierda a derecha : Loic Valette, Marc Picheral, Céline Blanchard, Vincent Le Pennec, Céline Bachelier et Yohann Mucherie, Monte Duff. © S.d 'Orgeval/Tara Expediciones
"Quién no ha escalado el Monte Duff no ha venido a Gambier". Tomamos a la letra esta frase lanzada por un joven de Mangareva. Son las 6 a.m, dejamos el mar por la montaña. Entorno de jungla virgen al inicio del camino. Pasamos debajo de troncos entrelazados de ramas que se parecen bejucos. "Aquí los árboles son como en Japón, es muy variado y un poco caótico” comenta Hiro Ogata caminando bajo una lluvia de diluvio. Luego se abre el dosel: el bosque se esclarece, el camino cobra matices de sendero alpino, con vista a las lagunas por si fuera poco.
Una hora y media después llegamos a la cumbre del punto más alto de las islas Gambier. "Bienvenida a Gambier" ¡Ahora sí, llegamos!
La vista abraca todo el grupo de islas, con las tres principales además de Mangareva: Taravai al oeste, Aukena al este, Akamaru al Sur. Se divisa Totegegie al horizonte noreste, el motu convertido en pista de aterrizaje, donde llegó ayer parte de la nueva tripulación.
La rotación de equipo aún no se ha dado a bordo. Los "nuevos" llegados hospedados en el lado Oeste de la isla pasarán al Este el jueves por la noche, después del gran día "oficial" de Tara en Gambier. En el programa: visita de la delegación del Alto- Comisario de la República en la Polinesia Francesa; Visita de los alumnos de la escuela de Rikitea; Proyección de uno de los documentales de Tara Oceans, El Mundo Secreto.
Pero ya a bordo el tráfico es permanente: aperitivo con los equipos de los barcos vecinos, y con habitantes de Mangareva que hemos conocido e invitados a visitar el barco. Cada uno viene con las especialidades recogidas durante las escalas anteriores, pisco chileno, vino argentino, o directamente de su huerta, miel, bananos y pomelos de Rikitea.
Tara estará en el muelle hasta el sábado, a un paso de la tierra firme. Luego emprenderemos la misión Corales en la laguna.
Sibylle d'Orgeval