Tuktoyaktuk, pronto en el hielo. J.Poulain/CEA-Genoscope/Tara Oceans Polar Circle |
Desde el Cabo Cheliuskin,
Rusia, y su laberinto de hielo, pienso en la cuenta regresiva que está
corriendo, al tiempo que pasa, a la noche que vuelve y al invierno que llega.
Delante de
nosotros, se encuentra el segundo paso clave de nuestro viaje, el Paso del
Noroeste en el lado canadiense, una travesía que comienza a cerrarse mientras
estamos dejando Tuktoyaktuk.
El tiempo no es
incompresible y hemos tenido que controlarnos para adaptarnos al ritmo de
nuestra expedición científica.
Hemos debido detenernos
para recolectar plancton, parar en Rusia para hacer nuestra salida
administrativa del país, y volver a pararnos aquí en Tuktoyaktuk para hacer nuestra entrada en Canadá.
Esta noche zarparemos
tan pronto como nuestros últimos tripulantes hayan embarcado.
Nuestro reto de
combinar investigación científica y vuelta al Ártico en un mismo verano, tendrá
su epilogo en una semana. Pendientes de los mapas del hielo, del descenso de la
temperatura y de las rachas de viento, estaremos a las puertas del Bellot Strait,
un estrecho corredor de 13 millas de largo y 1 km de ancho en su parte más angosta.
Este estrecho, ya
utilizado por Amundsen hace más de un siglo, es nuestra única puerta de salida.
Aquí, en "Tuk",
los habitantes pasan revista de sus motonieves, como para recordarnos que
pronto van a circular sobre el hielo, allí mismo donde hoy navegamos en zodiac.
La hospitalidad de
este pequeño pueblo de 1.000 habitantes ha sido muy cálida; Hubiéramos podido quedarnos unos días más para conocer mejor los
lugareños.
Pero cada hora
cuenta, y esta noche vamos a levantar el ancla con el sentimiento de estar
retrasados ya…
Loïc Vallette, Capitán de Tara