07/09/2013

Salida de Pevek, y una sorpresa



Embarque. A.Deniaud/Tara Expéditions

Como  previsto, hemos dejado Pevek después de cumplir con los trámites de salida del territorio ruso. A la maniobra están casi los mismos marineros que en la etapa Dundika-Pevek, pero hay muchos nuevos científicos.

Y, sorpresa, en vez de trece a bordo, somos 15. Sébastien Roubinet y Vincent Berthet, los dos exploradores que intentaban cruzar el Océano Ártico en su catamarán de carbono capaz de deslizarse  sobre el hielo, han tenido que abortar su aventura.

Ellos salieron hace dos meses de Barrow en Alaska, a bordo de Babushka, un pequeño esquife de seis metros, para alcanzar las islas Svalbard en Noruega, es decir, cruzando el Océano Ártico en diagonal. Pero un viento y una deriva de frente casi todo el tiempo, junto a una glaciación prematura en la temporada, les llevaron a renunciar a su desafío. Hace unos días, tuvieron que activar su baliza de emergencia. Fueron recogidos en el hielo, a unas 800 millas de Pevek, por el poderoso rompehielos no nuclear ruso “Admiral Makarov”.

Ellos no tenían previsto hacer escala forzada en Chukotka, Rusia, sin autorización de entrada en territorio ruso. Tara se ha ofrecido a darles hospedaje. Sebastien y Vincent han tenido entonces que abandonar en Pevek su Babushka y son ahora parte de nuestra tripulación. Sébastien Roubinet ya conoce Tara por haber embarcado en 2004 rumbo a Groenlandia, pocos meses después de la compra de la goleta por Etienne Bourgois y agnès b.

Como siempre, la salida esta cargada de emoción. Parte de la tripulación saliente deja unos compañeros a bordo, después del delicado tramo del Paso del Noreste entre Dudinka y Pevek. La separación deja un fuerte pesar. Afortunadamente el cielo brinda un sol generoso y unas temperaturas aceptables que amenizan el ambiente.

Lentamente, Tara se aleja del muelle donde se afanan las grúas de colores que vacían un carguero. Loïc Vallette no esconde su alegría de poder zarpar y hace resonar la sirena para saludar a los que se quedan en espera de su embarque en avión. Pasamos del lado estribor del “Admiral Makarov” que ha recogido nuestros dos invitados-sorpresa.

Tara hace ruta en el corredor marítimo de 200 millas de largo y 40 millas de ancho que se nos impone para salir de las aguas rusas. Se programa realizar una estación de muestreo en la tarde del domingo, autorizada hasta la medianoche del 9 de septiembre. Eso, siempre y cuando los oceanógrafos en tierra confirmen claramente a Emmanuel Boss, nuestro jefe científico embarcado, que se trata de aguas del Pacífico entrando por Bering, ya que las aguas costeras rusas se han muestreado justo antes de la llegada a Pevek .

Vincent Hilaire