04/02/2011

Salida de Puerto Williams

© V.Hilaire/Tara Expéditions

04 febrero 211
Como previsto este jueves, Tara dejó su puesto en Puerto Williams (Chile) a eso de las 3 de la mañana. Era todavía muy de noche cuando el piloto llegó a bordo para salir de la cala. De regreso de la Antártida, habíamos llegado a este pequeño puerto chileno hace casi una semana.
Después de haber subido a bordo el neumático, el silencio de la noche fue roto por el arranque de  los motores. Esta mañana, al principio, un solo motor acepto arrancar. Todo ha vuelto a la normalidad varias horas después. Lentamente se levantó el ancla y Tara volvió al mar.
Agua tranquila, como un lago. Rápidamente, rumbo hacia Ushuaia (Argentina) y la parte occidental del Beagle. Tara progresaba en la noche, y se alejaban las luces amarillas de sodio del muelle militar de Puerto Williams. La mayor parte de la tripulación dormía, salvo el capitán Hervé Bourmaud y los tres marineros en cubierta para la maniobra. Esta partida en medio de gran calma y la progresión en la oscuridad sazonaron este momento con algo castizamente marino; La vida de las personas que no viven al mismo ritmo que la Tierra.
Pasamos Ushuaia a las 8, navegando en una zona que no habíamos recorrido desde nuestra llegada a la Patagonia. Un paisaje aún más suntuoso que la entrada del Beagle. Crestas nevadas, picos, glaciares dominando al canal, bosques de hayas de un sostenido verde que contrasta con el agua. El aire es ahora más frío, y los williwaws aúllan a unos  25 nudos entre chaparrones.
Esta noche, anclaremos frente al glaciar Seno Pia, antes de madrugar rumbo a otro glaciar, el Garibaldi. Este itinerario por el noreste de los canales se eligió en previsión  de una tormenta  esperada  en dos o tres días. Es por eso que hemos dejado la isla Gordon en nuestro Sur.
Después de navegar por estos canales, Tara estará en el Océano Pacífico durante unas horas, bordeando la península de Cockburn, que Isabelle Autissier, con quien nos juntamos varias veces en Puerto Williams, nos describe como  a veces tan  difícil de pasar que el Hornos. Salvo imprevisto, entraremos de nuevo en el Estrecho de Magallanes para llegar al Golfo de Pena.
Vincent Hilaire