26/11/2013

Recta final


Inicio de transatlantica. N.delaBrosse/Tara Expéditions
Lunes, siete y media de la mañana, en el pequeño puerto de Saint-Pierre: Tara zarpa por última vez antes de completar su recorrido de 25.000 kilómetros alrededor del Polo Norte. Nos queda un océano por cruzar, empieza la transatlántica.

El pasado jueves, nos ha costado sudor llegar a San Pedro y Miquelón debido a la tormenta. Y a la hora de salir de San Pedro, los problemas continúan. Una pieza de equipaje que contiene un anemómetro para el barco se ha extraviado en el laberinto de los aeropuertos. Habíamos previsto zarpar el domingo. Pero el equipaje delincuente llega a bordo solo por la noche, obligando los marineros a trepar los 27 metros del mástil para instalar el instrumento en plena noche y una tormenta de nieve.
Es un retraso mal venido. Debemos llegar a Lorient en 13 días, y tenemos 2200 millas por recorrer. Nadie a bordo ve esta travesía como algo anodino.

Jérôme, embarcado en San Pedro, tiene orígenes bretones: “mis bisabuelos venían a Terranova en una época en la cual pescar del otro lado del océano era una verdadera aventura".
Si el aspecto aventurero se desvanece al compa del progreso técnico, una transatlántica sigue siendo una aventura significativa para quienes la hacen por primera vez. "Es una navegación legendaria, es estupendo vivir eso desde el interior" subraya Marc. Dino comparte el entusiasmo: "Una transat sigue siendo un reto. Hace años que hablo con marineros y ahora podré compartir en conocimiento de causa”.

Para los marineros a bordo, no es una primera vez. Es la cuarta para Baptiste: "Siempre es la primera transat que impacta mas. Todos los amantes de vela sueñan con hacerlo una vez en sus vidas". Daniel coincide: "Es muy simbólico para un marinero, es como pasar los tres cabos o el Ecuador". Martin ya ha cruzado siete veces: “Es aún más importante para nosotros europeos. Durante siglos, el hombre no sabía lo que había detrás del océano. Una transat, es todavía pasar de un continente a otro”. Nadège recalca el reto técnico: “Es raro hacer la travesía tan al Norte, una región de tormentas en un calendario bastante tardío en la temporada. Pocos barcos lo hacen". Un desafío que todos se sienten dispuestos a enfrentar “Uno siente que el objetivo está cerca” resume Nico. "Es una bonita manera de terminar la expedición”.  Nuestro próximo amarre será en Lorient, que hemos dejado hace siete meses.

Yann Chavance