25/11/2013

Escala en San Pedro y Miquelón


San Pedro y Miquelón ©Tara Expéditions
Este territorio es a menudo pasado por alto cuando se listan los departamentos y territorios franceses de ultramar, los DOM-TOM. Sin embargo, es de suma importancia en más de un sentido.

La legitimidad y la influencia marítima de Francia proceden de sus territorios ultramarinos, unos territorios que otorgan a Francia la segunda superficie marítima más extensa del mundo. San Pedro y Miquelón es el único territorio francés del continente norteamericano y el único vecino cercano del Paso del Noroeste canadiense que Tara acaba de muestrear.
St Pierre (San Pedro) es también el lamentable símbolo de una de las grandes catástrofes socio- económicas y ambientales de nuestra generación. El acervo de bacalao del banco de Terranova fue saqueado por flotas de otros países, a veces muy lejanos, que, en los años 60, vinieron a cuadriplicar el volumen de extracción en menos de una década. Eso ha causado la desaparición del bacalao del  Atlántico unos 20 años después.

La culpa es de la ignorancia, del “no sabíamos”. Hoy en día tampoco sabemos el impacto de la pesca de arrastre en profundidad. Se dice que aprendemos de nuestros errores; Sería entonces urgente y oportuno hacer un paralelo con el pasado.
El futuro de San Pedro y Miquelón depende de su capacidad a construir una economía sostenible en torno al mar, la pesca y la acuicultura. Para ello, Tara Expéditions aboga a favor de evaluaciones de los ecosistemas locales, para sentar las bases científicas de un desarrollo local sostenible.

Es nuestra esperanza para esta comunidad de casi 6.000 de St Pierrais que nos acaba de brindar una recepción increíble. Hace tiempo que nos habíamos recibido tal bienvenida.
Gracias! y felicitaciones a los San Pierrais, nos sentimos todos orgullosos de este pequeño pedazo de Francia.

Romain Troublé, Secretario general de Tara Expeditions.

Antes de llegar, no sabíamos mucho de los St. Pierrais. A nuestra llegada, la gente nos recibe con un cálido "son los mailloux de Tara!", (entiéndase los metropolitanos). Hace diez días que el archipiélago está al tanto de nuestra escala por los periódicos, la televisión y radio. El archipiélago recibe escasas visitas y nuestra llegada era esperada con gran curiosidad. Un interés ilustrado por las muy numerosas visitas de la goleta, de escolares y público general. Esos descendientes de emigrantes del país vasco, de Bretaña y Normandía, se esmeran en compartir con una calidez que nos da la agradable sensación de estar ya de vuelta en casa.

Unos intercambios amistosos que se extienden más allá de la simple conversación. Un ornitólogo nos invita a descubrir la fauna en su hábitat, un fotógrafo nos lleva por la rica historia del archipiélago. A bordo de Tara, se apilan los regalos: libros de fotografías, CD de artistas locales, pescado fresco, carne de venado.

Frente a tantas delicadas atenciones, nos resulta difícil exprimir nuestro agradecimiento. Pero es muy genuino. Un hecho seguro: de vuelta en Francia, la tripulación entera guardará por mucho tiempo el recuerdo del calor de estos encuentros.

Yann Chavance