06/01/2012

Tara visto desde el cielo


François Aurat / Tara Expéditions

Al paso de las repetidas estaciones, algunos eventos rompen la rutina de la vida a bordo. Esta vez, se trata de las cámaras aéreas de Yann Arthus Bertrand que llegan para filmar Tara en las aguas turquesa de Belice. Sonrían, porque salen en pantalla.

Este encuentro se había planeado desde hace mucho tiempo. Para su próxima película “Planeta Océanos" Yann Arthus Bertrand, el famoso fotógrafo francés, y Michael Pitiot, director del documental 'Tara Oceans, El mundo secreto", quieren dedicar una secuencia a nuestra expedición. En la ruta de Panamá a Savannah, el punto de encuentro resulta obvio: el suntuoso Blue Hole, en Belice.

Hecha famosa por Jacques-Yves Cousteau quien la visitó con el Calypso en 1971, esta enorme quebrada subacuática es un escenario soñado de fotografía aérea. Con 300 metros de diámetro, este círculo casi perfecto de un azul intenso contrasta con el resto de las aguas color turquesa del arrecife. Empujado por vientos favorables, Tara esta llegando con un día de antelación en el Lighthouse Reef, el atolón donde se encuentra el Blue Hole. Después de medio día de ambientación y de ensayo previo a la función del día siguiente, Loïc libera la tropa por unas horas.

Todos desembarcan en la islita de Half Moon Cay, en una playa digna de postales. Unos emprenden un tranquilo paseo por los senderos hacia un observatorio ornitológico encaramado en la copa de los arboles, en medio de una cacofonía de alcatraces patirrojos y fragatas. Otros prefieren probar las aguas transparentes del arrecife, nadando entre corales y rayas.

Al caer la noche, regreso a Tara anclado en las inmediaciones. Loïc, ya en contacto con el equipo de filmación, nos instruye nuevamente sobre el programa porvenir. Numerosos tiburones dan vueltas bajo los proyectores de popa. Al amanecer, el primer equipo se alista comprobando su material. Los primeros en actuar son los buzos: Gabriella, Lucíe, Emmanuel y Daniel embarcan en las dos zodiac conducidos por Vincent y François. Rumbo al Blue Hole para la primera secuencia del día. Una vez el helicóptero en vuelo estacionario sobre ellos, estos dichosos se sumergen en el borde del agujero. En unos segundos, la profundidad pasa de 3 a 120 metros. Una vez las imágenes capturadas, el helicóptero regresa sobre Tara donde el resto de la tripulación prepara la inmersión de la roseta. El ballet bien codificado de una típica estación de muestreo se interpreta bajo la batuta de un Loïc en constante contacto por VHF con el helicóptero, cuyas cámaras nos enfocan. Finalmente, una vez el equipo reunido, última secuencia del día: el zarpe. Agitación en cubierta. Tara empieza a cortar las olas como se manda. Nos alejamos del arrecife mientras el helicóptero vuela ruidosamente sobre Tara, filmando unos minutos más.

Después de este pequeño interludio con sabor a Hollywood, la voz de la ciencia nos llama la atención: próxima estación en unos pocos días en el Golfo de México. Dos días y dos noches de muestreo por delante. Y esta vez no será de película.

Yann Chavance