Tara en medio de un bloom planctónico en el Mar de Oman. ©J.Girardot/Tara Expéditions
Upwelling, afloramiento, es una palabra que se oye a menudo a bordo de Tara. Una mirada a la física de los océanos. Un asunto de viento y masa de agua, una mina de oro para los científicos de Tara.
No se elije al azar la posición de una estación de muestreo. Se estudia de antemano: los científicos a bordo y el equipo de tierra analizan los mapas de satélite y las peculiaridades de la región. Y a menudo, la elección recae en un área de upwelling.
Pero, ¿qué es un upwelling y por qué estas zonas resultan tan atractivas para esos cazadores de plancton que son los científicos de Tara?
Upwelling es una de esas palabras sencillas de definir pero que nombran fenómenos especialmente complejos de explicar. Para la definición, digamos que es un fenómeno de subida de masas de agua desde el fondo hasta la superficie del mar. Cada vez con el mismo origen: las aguas de superficie se mueven de una zona a otra; El espacio así vacante se llena de masas de agua que suben de la profundidad.
En primer lugar, ¿qué es lo que desplaza las aguas superficiales? En la mayoría de los casos, es el viento, en particular a lo largo de las costas, donde por consiguiente se encuentran las más importantes áreas de upwelling. Los vientos que bordean las costas o que soplan de tierra hacia el mar, empujan a veces las aguas de superficie hacia el alta mar. De hecho, los mecanismos que inducen este fenómeno dependen de numerosos factores: la dirección del viento o el hemisferio, unos factores relacionados con la fuerza de Coriolis. Los upwelling costeros son los más conocidos pero este fenómeno se encuentra igualmente en alta mar, causado por un ciclón, el relieve subacuático o la existencia de vientos contrarios. Resulta entonces que las aguas profundas suben para sustituir las aguas superficiales desplazadas.
Eso es precisamente lo que interesa a los científicos: estas aguas profundas normalmente ocultas son muy diferentes de las masas de superficie. Más frías, son especialmente ricas en nutrientes tales como fosfatos y nitratos procedentes de los organismos en descomposición que se van hundiendo. Para la base de la cadena alimentaria marina, el fitoplancton es un regalo. Estas microalgas necesitan dos cosas para producir fotosíntesis y crecer: la luz, que sólo se encuentra en la superficie, y los nutrientes, usualmente escasos en las capas superiores de la masa de agua.
En las zonas de upwelling el aporte de grandes cantidades de nutrientes desde el fondo permite un importante desarrollo del fitoplancton. En algunos casos, la proliferación es tal que se habla de bloom, una florescencia de algas: el agua está tan concentrada en fitoplancton que llega a teñirse de color rojo, amarillo o verde, dependiendo de las especies presentes. Tal concentración de fitoplancton atrae toda la cadena alimentaria en estas zonas de upwelling, desde el zooplancton hasta los peces y las ballenas.
Los cuatro sistemas de upwelling más grandes en el mundo, en las costas de California, de las Islas Canarias, del Perú y de Benguela, aportan el 20% de la captura de la pesca mundial. Por lo tanto, las consecuencias de un simple movimiento de aguas ofrecen a la vez un interés científico innegable y una de las bases alimentarias del planeta.
Yann Chavance