04/04/2017

Calentamiento y tropicalización de las zonas templadas


Un grano de arena en el mecanismo, y toda la máquina se desajusta.
El cambio climático conlleva transformaciones en el conjunto de los ecosistemas. La tercera fase científica de nuestra misión en Japón se enfoca en uno de esos fenómenos: el desplazamiento, la migración de las especies, con la presencia de nuevos depredadores.

Por su posición geográfica, Japón conoce importantes variaciones de temperatura de norte a sur del archipiélago. Es lo que los científicos llaman el gradiente de temperatura. Los paisajes subacuáticos difieren según las latitudes. Al norte, las macro algas como las laminaria han sido tradicionalmente dominantes. Al sur, el archipiélago de Ryukyus, son los arrecifes coralinos que dominan. Pero el calentamiento climático modifica cada ecosistema.

Los corales no son los únicos en sufrir el aumento de las temperaturas. Las algas presentes en las aguas templadas son afectadas también. Y el número de depredadores crece gracias a las temperaturas favorables.

Desde hace 20 años, los científicos observan el desplazamiento de peces tropicales o subtropicales del sur hacia el norte, en correlación con el aumento de las temperaturas de los océanos. Ciertos peces ya no temen a las aguas demasiado frías y llegan ahora en zonas nunca antes colonizadas. “Cuando hace más calor, uno observa un fenómeno fisiológico en estos peces: se alimentan más. Más numerosos y más hambrientos, esos herbívoros controlan la cantidad de algas presentes en el ecosistema. Ante una presión creciente, las laminaria pierden terreno. En el futuro, estos peces son capaces de subir a latitudes todavía más altas y tal vez crear espacios para los corales, eliminando las algas. Pero debemos contar con el compañero diabólico del cambio climático: la acidificación de los océanos. Uno podría imaginar que el aumento de temperatura es favorable a la migración de corales en regiones más septentrionales de Japón, pero todos los parámetros no lo corroboran. Si el aumento de las temperaturas bien favorece el crecimiento de los corales, por el contrario, la acidificación del agua oblitera el desarrollo de su esqueleto. Esos dos parámetros antagónicos hacen que no podemos prever lo que nos depara el futuro”, explica Sylvain Angostini.

Este mes estudiaremos el fenómeno de tropicalización de los ecosistemas templados a lo largo de las costas japonesas y sobre todo en Kochi, que parece ser un ejemplo mundial: “La bahía en la cual vamos a bucear es sumamente interesante: de un lado de la bahía, el ecosistema original, dominado por las algas, está todavía presente. Del otro lado de la bahía, observamos una tropicalización radical y las laminaria han sido reemplazadas por corales. ¿Por qué? Es lo que trataremos de entender gracias los datos recolectados a bordo”

Noëlie Pansiot.
Ultimo dia en Yokunami © François Aurat / Fondation Tara Expéditions