Mar de Barents. Wikimedia
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"El Mar de Barents es uno de los mares
más estudiados en el mundo. Entre 1801 y 2001, Rusia, Noruega y otros países
han realizado más de 220,000 estaciones científicas en esta área" explica Sergey Pisarev, científico ruso a bordo. En la
década de 1870, unos barcos de guerra rusos y barcos de pesca noruegos realizan
observaciones regulares en el Mar de Barents. En 1899, el gobierno ruso lanza un
primer programa de investigación a bordo del rompehielos Yermak. En el marco del
"Año Polar Internacional", se instalan luego unas estaciones
meteorológicas alrededor del Mar de Barents, como la estación de Malie
Karmakuli en la isla de Novaya Zemlya. Más de un siglo después, estos datos
proporcionan ahora una base para el estudio del cambio climático en el Ártico.
"No olvidemos que 130 años no es mucho tiempo en relación a las variaciones
naturales del clima”.
La historia del Mar de Barents está ligada a
los intentos de Willem Barents, explorador holandés quien en 1594 zarpa de Amsterdam
con dos barcos en busca de un paso por el Norte para llegar al Extremo Oriente.
El mar de Barents provoca el interés general tanto
por su posición en la ruta marítima del Norte y su acceso libre de hielo
durante todo el año, como por su riqueza en recursos naturales: peces en
cantidad apreciable, gas y petróleo.
Tara se encuentra en estas aguas para
recolectar los datos físicos, químicos y planctónicos que permitirán complementar
sus bases de datos oceánicos globales, pero otras expediciones se enfocan más
bien en el potencial de pesca y de extracción de petróleo o gas.
El futuro del Mar de Barents se definirá entre la
sed de conocimiento para entender mejor el calentamiento global en el Ártico, la
obligación de limpieza de residuos nucleares y el apetito por la explotación de
recursos naturales.
Anna
Deniaud Garcia