Circulo
polar. Y.Chavance/TaraExpéditions
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Este
Domingo, 2 de junio 2013, a las 23:07:41 precisas según el GPS, Tara cruza una
marca simbólica para su expedición
alrededor del Polo Norte: cruzar el Círculo Polar Ártico, una frontera
invisible dignamente celebrada.
Desde
hace días, las conversaciones apuestan sobre la fecha y hora de este famoso cruce.
El programa de simulación de ruta nos da unos pronósticos más precisos: el
Círculo Polar Ártico será para la noche del domingo.
Con
una estación larga prevista para la mañana, unos entran en su cabina a regañadientes
mientras algunos valientes se quedan para celebrar el momento. A las 23horas, somos
ocho hacinados en la timonera, con la mirada pegada a la pantalla del GPS.
Afuera, un sol tímido se niega a ponerse; El se mantendrá por debajo del
horizonte por solo unas pocas horas, no lo suficiente para que la cubierta de
Tara este a oscuras.
Más temprano,
un debate se ha desatado sobre la latitud exacta del Círculo Polar Ártico. ¿66°33’
o 66° 34’? Cada uno se adentra en los libros y mapas a bordo para argumentar.
Un consenso se establece en 66° 33 Norte. Aunque no haya ninguna línea marcada mágicamente
en el horizonte, esta latitud corresponde a un límite nada arbitrario: es el
área a partir de la cual el sol nunca se pone, al menos un día al año, durante
el solsticio de verano. Al subir más al norte, el número de días polares
aumenta gradualmente.
Finalmente,
el GPS muestra la latitud fatídica: 66° 33 Norte. En cubierta, el pequeño grupo
captura el momento con una pancarta creada para la ocasión. Para un barco, cruzar
esta línea invisible, al igual que el Ecuador, siempre es un hito simbólico. El
símbolo es aun más fuerte para una expedición como la nuestra, dedicada al Ártico.
Volveremos
a cruzar esta frontera en cinco meses, dejando a Groenlandia para hacer ruta
hacia Quebec. Pero esta vez, el paso se hará de norte a sur, marcando el final
de nuestro viaje helado.
Yann
Chavance