3a estación, difícil control de los gestos. Y.Chavance/Tara Expéditions |
La tercera estación larga de muestreo que termina este lunes ofrece a los
científicos una buena visión de las condiciones que nos esperan para el resto
de la expedición. Siguiendo nuestra ruta al norte desde las Islas Feroe, las
temperaturas siguen bajando hacia lo negativo.
Desde la tempestad encontrada poco tiempo después
de nuestro zarpe de Lorient, las condiciones han sido ideales: temperaturas
relativamente altas para estas latitudes, mar plano, cielos azules apenas teñidnos
por unos días de niebla, en definitiva un clima idóneo para trabajar cubierta
afuera. Después de la larga estación de la semana pasada, los científicos han aprovechado las condiciones meteorológicas
favorables para realizar una estación corta diaria. La goleta se detiene unas
pocas horas para recaudar la mayor cantidad de información posible sobre la
masa de agua: temperatura, salinidad, presencia de nutrientes en superficie.
Durante una semana, los sensores han permitido caracterizar lo más finamente posible
las diferentes masas de agua que hemos navegado.
Pero desde el domingo, la tercera estación larga
es oportunidad de volver al muestreo del plancton. Esta vez, en condiciones
mucho más difíciles para los seis científicos trabajando en popa. A 76° de
latitud norte, las temperaturas rondan los cero, con algunos copos de nieve
sobre la roseta. La temperatura del agua no es mucho más alta. En estas
condiciones, se enciman las capas de ropa para quienes se turnan afuera, con
gorras y guantes. A cada rato, un científico congelado aparece en el comedor
para animarse con una bebida caliente antes de regresar a sumergir la roseta o una
red.
Esta tercera estación marca formalmente la entrada
de la expedición en las aguas del Ártico. Luego de una primera estación en el Océano
Atlántico antes de las Islas Feroe, y de una segunda en las aguas cálidas de la
corriente noratlántica, esta tercera nos ubica fuera de la corriente, al
encuentro de las frías aguas del Océano Ártico. Este conjunto de estaciones han
permitido estudiar la variabilidad que ofrece esta región, entre las aguas
calientes traídas por el Gulf Stream y las aguas frías venidas del Polo.
Para
gran parte de la tripulación que bajará en Tromsø, Noruega, estos últimos días
de trabajo a bordo tienen sabor de satisfacción, la de una misión cumplida para
esta primera etapa.
Yann Chavance