11/08/2017

Simon Rigal, capitán


Desde hace 10 años, Simon trabaja a bordo de remolcadores de tipo “Abeille”. Él está de vuelta al mando de Tara hasta Papúa Nueva Guinea, en reemplazo de Martin Hertau, el habitual relevo  de  Samuel Audrain, el capitán titular saliente. Martin se encuentra actualmente en formación en la Escuela de Marina Mercante de Nantes.
Simon ya estaba al timón de Tara en Agosto 2005. Él tenía 27 años entonces, y capitaneaba una campaña ornitológica en Georgia del Sur.

Simon, regresas después de 12 años. ¿Nos explicas? 
“Romain Troublé y yo mantenemos el contacto desde la expedición en Georgia del Sur. El me invita en cada oportunidad. Esta vez, cuando me ofreció este ínterin, me ha conmovido particularmente. Sentí que era un “ábrete sésamo” para regresar a bordo. Me atreví a pedir a la dirección de “Les Abeilles”, -que agradezco-, una licencia sin sueldo. Regresar a bordo de Tara me da la impresión de cerrar un círculo.

Después de Georgia del Sur, yo había llevado a Tara de Lorient hasta su invernada sobre el hielo ártico, para la expedición Tara Arctic. Esos recuerdos vuelven a la superficie. Reencuentro una aventura marítima peculiar. Vuelvo a toparme con conocidos: Daniel Cron, Nicolas de la Brosse, Charlène Gicquel, Samuel Audrain,  Marion Lauters. Cada quien ha construido positivamente su evolución, al igual que el proyecto Tara. Además, Nueva Zelanda y Australia son zonas que no conozco.

Tú recibes el timón de manos de Samuel. Ustedes dos se conocen desde hace mucho, cuando él era un simple  marinero.
Conozco Samuel desde el  2005, en la expedición Clipperton, conducida por Jean-Louis Étienne en  el “Rara Avis”, uno de los barcos del Padre Jaouen.  Yo acababa de salir de mi 5to. año de Marina Mercante. Samuel, quien estaba en Tara, me mencionó que buscaban un skipper. Es así que empecé con Tara. 

Salí con Tara de Camaret, en agosto de 2005, para una campaña en el Gran Sur: Georgia, Patagonia, Diego Ramírez. Yo era un joven capitán de 27 años, y estaba timoneando un barco genial. Estaba en íntimo contacto con la aventura, las culturas, la ciencia, el  arte, todas dimensiones que amo. Trabajábamos con el British Antarctic Survey para un censo de petreles gigantes (Macronectes halli), de albatros (Diomedeidae), de leones marinos (Arctophoca tropicalis). También nos acompañaba un glaciólogo que sembraba sensores para medir la evolución de los glaciares en la Antártica. Luego hicimos una segunda campaña con Sally Poncet, bióloga australiana especialista de la Antártica, y Ellen Mac Arthur.

Luego de dos campañas en el Gran Sur, regresamos el barco a Francia, por Diego Ramírez y el Cabo de Hornos. Y Romain me pidió llevar Tara hasta la banquisa.
No me quise quedar más tiempo, por el cansancio acumulado en esos dos años de circunnavegación. Pensaba regresar para el segundo invierno de la expedición y llevar el barco de regreso a Lorient. Pero me convertí en padre de familia, y comencé mi carrera en “Les Abeilles”.

¿En que condición encuentras la goleta hoy en día?
A nivel técnico, hay dos motores nuevos y dos nuevas hélices que estamos todavía probando. También se mejoró el escape. Las velas están en buena condición. Tara envejece bien. Es el fruto de un enorme trabajo de los marineros. Tara conserva este “look” futurista de los años 90’s. (Sonrisas). Pega siempre igual de duro al mar de frente. Esta goleta es todo un proyecto per se. Rindo homenaje a todos los que han levantado esta aventura y que siguen haciéndolo para que no se detenga.”
Sin duda, el jefe mecánico de «Abeille Languedoc» está para saborear su navegación al mando de Tara hasta Papúa Nueva Guinea.

Entrevista por Vincent Hilaire.