Loïc Caudan tiene algo del hombre en sombras a bordo de Tara. Se esconde en las entrañas de “la ballena” donde vigila los órganos vitales. En la sala de máquinas, en el taller, en bodegas o debajo de los pasillos, lejos del trajín en cubierta, él actúa con detallismo, en un silencio que le conviene.
32 años,
casado, Loïc se crió en una región cercana a Paris, el Val-d’Oise. Cursa una licenciatura
en geografía, lo que le permite estudiar historia, sociología, climatología, geología...Al
mismo tiempo, él consigue su diploma de instructor de vela ligera habitable. Presta
luego un servicio benévolo durante un año en el famoso centro de vela “Les Glénans”, antes de diplomarse de instructor
deportivo en la escuela nacional de vela de Quiberon.
Después de
tres temporadas como instructor en Les Glénans, él integra la organización del
Padre Jaouen, dedicada a la inserción social por medio de la vida común en navegación
en alta mar. Allí, Loïc perfecciona sus conocimientos y adquiere experiencia en
el mantenimiento y reparación de barcos. Esto le permite lanzar su propio
proyecto, la rehabilitación de un velero con casco de acero, para luego navegar
a lo largo de África, Brasil y Uruguay.
En 2012,
obtiene su certificado de mecánico 750kw y se une, en calidad de mecánico benévolo,
a la expedición Under The Pole, en Groenlandia. Luego, embarca como mecánico por
8 meses en un barco de pesca oceánica de 35 metros.
“Con Tara,
mi deseo era seguir a bordo de un barco de trabajo pero navegar con vela, la
forma más agradable de navegar”. Desde hace 2 años y medio, Loïc se turna con
Daniel Cron en el puesto de Jefe mecánico. ”Es un poco frustrante, solo nos
cruzamos cuando nos relevamos. Pero esta vez, acabo de embarcar en calidad de
oficial de cubierta. Eso nos da la oportunidad
de navegar juntos por un mes hasta las islas Fiji. Y eso me da mucho
gusto. Somos de carácter opuesto, Loïc reservado, yo extravertido. Él, a primera vista parece un poco oso. Pero es un
falso duro. Debajo del oso, hay dulzura. Aunque él pueda ser realmente gruñón
cuando se trata del malgasto de agua y energía eléctrica a bordo. Y tiene la razón”.
Es que Loïc
conoce el valor de cada gota de agua, de cada watt. Él está a cargo de la producción
de energía a bordo: motores, generadores, desalinizador, circuitos eléctricos,
circuitos de agua para la ciencia embarcada y el uso sanitario. Loïc cuida de los
órganos vitales de Tara y nunca rehúsa dar una mano a sus compañeros. Con su ironía
un tanto cínica y su cultura general,
participa en intercambio permanente de bromas en medio de la tripulación.
Pero no le gusta ser foco de atención, uno debe prestar atención a su voz
discreta. Cuando esta corresponsal de prensa lo quiere retratar en foto o
video, él se da la vuelta o cierra los
ojos: “Arréglatelas para sacar una foto cuando yo tenga los ojos abiertos. Tal
vez sea tiempo de que consigas un verdadero trabajo”. Carcajadas.
Noëlie Pansiot