27/03/2017

Emotiva visita de un senior


“Me siento realmente muy feliz y muy honrado de ser acogido a bordo tan calurosamente, gracias al permiso del capitán. Tengo mucha suerte de estar aquí. He recibido el periódico de Tara que me ha enviado mi nieta Flora, y he leído todo. Ahora conozco su proyecto: es una gran misión para el planeta. Entiendo que debemos preservar nuestros océanos para las generaciones venideras. Es importante porque sin el plancton, no podremos respirar. Los corales también están en vía de desaparición, nada de eso está bien. Aprendí de esos temas gracias al proyecto Tara, gracias a Flora, gracias a su periódico. Ustedes hacen realmente un trabajo fantástico. Pero solo soy un anciano que habla...Aquí en Japón, cuando uno llega a una edad avanzada y llega a vivir una oportunidad excepcional como la de hoy, la de estar con ustedes, se dice: “me han hecho un regalo para una próxima vida”. Gracias a ustedes, me voy con unos hermosos recuerdos. Les agradezco de todo corazón por su acogida”.

Flora Vincent, bióloga marina, a bordo entre Wallis y Fukuoka, tiene una pluma elegante y sabe compartir su experiencia en forma de diario. A sus 27 años, ella termina su tesis sobre el plancton y pasa el relevo en la Asociación WAX Science que ella cofundó, dedicada a la promoción de las ciencias. Al llegar a Fukuoka, Flora confesaba sentirse un poco en casa: “Soy franco-japonesa. Hace 35 años mi madre dejo Japón para vivir en Francia. Una parte de mi familia vive aquí. Tal vez mi abuelo llegue a visitarnos”.

Algunos días después, Minoru Fujii emprendía un viaje de 3 horas desde Osaka para alcanzarnos en Onomichi. Con ayuda de Maki, la artista japonesa en residencia a bordo, quien hace también de intérprete, Flora, quien habla poco japonés, ha podido así dialogar con su abuelo, Minoru San, 91 años.
Después de efectuar una visita completa del barco y haber probado una chaqueta de navegación y la litera de su nieta para juzgar su comodidad, Minoru San se instaló en la sala y se dirigió a la tripulación con esas emotivas palabras.

Antes de que Tara suelte las amarras para hacer ruta hacia Kobe, Minoru San ha desembarcado con un segundo regalo, depositado por Maki en la palma de la mano. 

Noëlie Pansiot