Después de embarcarse en Tara en octubre pasado, en Moorea, Martin ha capitaneado la goleta cerca de 8.500 millas entre 16 atolones, 11 islas y 8 países, antes de llegar a Fukuoka, Japón, después de 5 meses y 1 semana de navegación.
Confidencias
sobre esta extraordinaria experiencia a través del Pacífico.
¿Cómo se siente al visitar Japón por primera
vez?
¡Estoy muy
feliz de descubrir Japón! Recuerdo que, más joven, en la escuela secundaria,
asistí a un festival de cine donde el invitado de honor era japonés. No sabía
mucho sobre el país del sol naciente. Durante este festival, encontré artistas japoneses y vi un montón de
películas. Desde entonces, sigo fascinado por esta impresión, una sutil mezcla
de modernidad y tradición que emana de Japón. Siempre supe que visitaría el
archipiélago japonés algún día. Ahora, con Tara, tengo la oportunidad de hacer
realidad ese sueño.
¿Cuáles fueron los aspectos más destacados de
esta navegación para usted?
Los
científicos recogieron miles de muestras, hemos completado cientos de
inmersiones, se han turnado docenas de científicos y marineros, a menudo, con
un calor difícil de soportar. Es muy estresante vivir y trabajar en el ecuador
a bordo de un barco construido para el Ártico.
Estoy navegando desde hace años, pero esta
primera travesía del Pacífico ha sido una experiencia realmente rica en todo
tipo de emociones. Nos hemos reunido con reyes y líderes tradicionales, hemos
pernoctado en un fale (hábitat tradicional), asistimos a servicios religiosos
en islas muy pequeñas, descubrimos la carne de cerdo cocida en horno
tradicional...Cada vez es una emoción muy fuerte, son lugares muy apartados,
remotos.
La
paciencia es la clave para navegar en el Pacífico. Las largas horas en las
oficinas gubernamentales para llevar a
cabo los procedimientos administrativos nos han permitido conocer gente,
conversar y compartir acerca de sus islas, su estilo de vida y las medidas
aplicadas, o no, para proteger el medio ambiente.
He conocido
a personas con sorprendentes opiniones sobre los impactos del cambio climático.
En las Tuvalu, mientras esperábamos los permisos, entrevisté una administradora sobre el aumento del nivel
del mar. Ella me dijo: “Esto no nos plantea problema alguno. Dios tiene un plan
para cada uno, entonces Él tiene un plan para todos nosotros”.
Me pasé
horas llenando formularios para el barco. Para obtener el permiso de entrar y
salir de cada puerto; También para obtener los permisos CITES de las muestras
de corales.
Me ha
impresionado el exuberante entorno tropical de las Tuamotu. Esto cumple con los
sueños de Polinesia de todo occidental.
A menudo, nos encontramos rodeados por
ballenas jorobadas, hasta hemos nadado con ellas. El atolón de Wallis nos ha
ofrecido una visión mágica cuando llegamos después de 4 días de navegación. Una
increíble luz iluminaba el agua azul brillante que contrasta con el verde de
los árboles nativos.
Antes de
Futuna, el 50% de las inmersiones se desarrollaban en medio de arrecifes
blanqueados y muertos. Todos teníamos la sensación de presenciar la
desaparición del ecosistema coralino. Pero bucear alrededor de la isla de Alofi
ha sido lo mejor en los últimos 4 meses, unos arrecifes coloridos y llenos de vida. Guardo grabado en
la retina las magníficas inmersiones nocturnas
con serpientes de mar en Niue y de los pecios de buques en las Islas
Chuuk.
¿Cuál es el mayor reto como capitán de Tara?
La vida a
bordo es intensa. La misión de Tara es muy ambiciosa, no siempre es fácil
coordinar la ciencia, las relaciones públicas, los horarios apretados y las
condiciones meteorológicas. Siempre hay un nuevo destino, cada escala es
diferente. Debemos hacer frente a cada situación para asegurar la buena marcha
de la expedición. Es un reto constante. Las semanas pasaron a una velocidad vertiginosa.
¿Qué piensa hacer después de desembarcar?
Todavía no
lo he decidido. Estoy esperando una respuesta relativa a un nuevo certificado
de capitán. Tengo 2 opciones que llevan
a caminos completamente diferentes. O regreso a mi barco en Guatemala y tomo un
descanso, o vuelvo a estudiar el próximo año, para obtener un diploma superior de capitán. Veremos.
Gracias
Martin.
Sarah
Fretwell
Martin
Hertau, capitán, presenta Tara al rey de Wallis © Pierre de Parscau / Fondation
Tara Expéditions
Didier
Zoccola, jefe científico, y Martin
Hertau, en videoconferencia con la Agencia americana de observación oceánica y
atmosférica (NOAA), con sede en Washington © Sarah Fretwell/ Fondation Tara
Expéditions
Martin
Hertau y el ingeniero Daniel Cron, descubriendo el transmisor de órdenes del
pecio del Fujikawa © Pete West/ BioQuest Studios