Flota algo de tristeza a bordo, al zarpar de Guam: hemos dejado unos verdaderos amigos;
Julie
Lhérault, oficial de cubierta, la única mujer a bordo capaz de conducir un zodiac,
reparar una bomba de relevo junto a los más expertos de la tripulación, y preparar
la mejor cena de sashimi que uno pueda jamás disfrutar.
Nicolas De
la Brosse, segundo oficial, fácil de localizar
siguiendo sus carcajadas. Es conocida su afición al prosciutto y a los cereales
con chocolate. Se sospecha que hasta llegó a guardarlos debajo de su almohada.
Daniel Cron,
jefe mecánico, quien se contorsiona en
los espacios más estrechos, más oscuros y más sucios del barco para garantizar
el buen funcionamiento de Tara; Extrañaremos sus gentiles reprimendas cuando uno olvida apagar
la luz en su cabina: “No es Versalles aquí”.
Pero pronto
renace el entusiasmo al acoger los que embarcan para Japón: el segundo capitán,
Nicolas Bin; El oficial de cubierta,
Francois Aurat; El jefe mecánico, Loïc Caudan: Y nuestra artista en residencia,
Maki Ohkojima, de Tokyo.
En Guam,
nos hemos reunido con nuestro socio en la expedición, Rainer Friedrich de World
Courier; Bajo su supervisión, hemos acondicionado las muestras científicas
recolectadas en los 3 meses pasados, para mandarlas a los laboratorios en el mundo
entero.
El mal
tiempo obligó los científicos a limitar sus observaciones del coral en Guam: la
cobertura coralina que han observado se
limita ahora a pequeñas parcelas protegidas, pero ha sorprendido positivamente
la abundancia de peces de arrecife.
Hemos izado
las velas para una navegación de 5 días y 832 millas hasta Japón, y nuestra
primera escala en la isla de Ogasawara.
En Japón,
Tara estudiará la corriente marina Kuroshio y su papel en la dispersión de las
larvas de peces de arrecife. Generada en el Pacífico occidental, esta corriente
caliente alimenta los arrecifes más septentrionales del planeta, ubicados en Japón.
Desde 2009,
Hiroyuki Ogata, investigador en la Universidad de Kyoto, es experto en biología
evolutiva y en microorganismos. Él ha sido el primer investigador japonés
embarcado en Tara y nos alegra trabajar con él en su país de origen.
Sarah Fretwel