Isla tras isla,
Tara surca su ruta en el Pacífico, haciendo escala esta semana en las
Gambier, Polinesia Francesa. Nuestra
goleta traza una línea desde América del Sur hasta Japón: una navegación de
este a oeste, de particular interés para los científicos.
Después del Canal
de Panamá, puerta de entrada al Pacífico, y un paréntesis colombiano en Malpelo, nuestra ruta hacia el
oeste inicia realmente en Rapa Nui, continuando a Ducie Island y ahora en las
Gambier. Seguiremos luego hacia Taití,
Samoa, Wallis y Futuna, Las Marianas y otras, hasta alcanzar a Japón en febrero
2017. En nuestra huida occidental desde
Rapa Nui, ya hemos cambiado cuatro veces de hora. Al llegar a Japón, Tara habrá
cruzado unos 15 husos horarios desde Lorient.
Esta ruta al
oeste ofrece un real interés científico. Emilie Boissin nos explica: “Los
arrecifes coralinos del Pacífico presentan un gradiente de biodiversidad muy afirmado de este a
oeste. Más avanzamos hacia el oeste, más ricos los arrecife en diversidad de
especies”.
Eso ya lo hemos
podido comprobar: en Rapa Nui, los fondos solamente ofrecían dos especies de
corales. En Ducie, se había aumentado la
cantidad de especies, y aquí, en las Gambier, la primera sumersión parece
confirmar una riqueza más importante.
Esta relativa pobreza
de las primeras isla indujo a los científicos a bajar sus ambiciones: sobre las 3 especies de corales estudiadas en
esta expedición, solo pudimos observar dos en Rapa Nui y Ducie Island. Lo mismo
en cuanto a peces: ninguna en Rapa Nui , una sola especie en Ducie. Los
científicos opinan que nuestra etapa en las Gambier será el inicio de la aparición del conjunto
de los sujetos de estudio.
“Estamos
estudiando el microbiomo de los corales, el conjunto de los microorganismos que
viven con ellos. Una incógnita es saber si el microbiomo sigue este mismo
gradiente de biodiversidad de este a oeste”.
Parte de la
respuesta tal vez ya esté en los frigoríficos de Tara, y sus millares de
muestras.
Yann Chavance