03/03/2012

Pesca en los orígenes de la vida


Trabajo de un científico en una estación de muestreo, Atlántico norte. J.Girardot/Tara Expeditions

Hoy 3 de marzo, nos quedan 650 millas hasta las Azores. Estamos encima de profundidades de 5000 metros y nos acercamos a la cordillera del Atlántico, una columna vertebral que caracteriza el piso del centro del Océano Atlántico.

Con las diferentes estaciones realizadas desde las Bermudas y las que haremos hasta llegar a Horta, Chris Bowler nuestro jefe de misión, espera alumbrar algo del misterio de la vida de este océano. Una vida muy influenciada por la actividad de los volcanes submarinos que brotan a lo largo de este eje de grandes profundidades.

Con tanta vida en la profundidad del Atlántico, con fuentes termales y una sismología activa, probablemente al origen de la vida en la Tierra, ¿qué tipos de organismos podemos encontrar en la capa de los primeros 1000 metros? ¿Se parecen a los que se desarrollaron en el momento del nacimiento del Atlántico con la ruptura de Pangea y el inicio de la actividad volcánica?

Chris es un apasionado de esta investigación que nos refiere a la historia. Nacido hace 450 millones de años, cuando nacen también los continentes de las Américas, África y Europa, el Océano Atlántico se nombra así solo desde 1507, justo después del descubrimiento de América continental por Amérigo Vespucci.

Para entender mejor la búsqueda de Chris y la dinámica de este océano, es fundamental recordar algo de geología.

Al principio sólo había un océano: Pan Thalassa. Después de la ruptura de Pangea, la tierra única original, el Atlántico nace de la actividad sísmica que rompe y empuja la tierra en ambos lados. La cordillera volcánica continúa este movimiento iniciado hace millones de años: se estima que el Atlántico se está ensanchando de dos metros cada cien años.

Se descubre esta cordillera en 1850, cuando unos barcos están instalando cables de telégrafo en el fondo del océano entre Europa y el nuevo continente. Los hombres que trabajan allí notan una subida significativa del piso oceánico. Antes, nadie tenía la menor idea. Pero ¿qué pasa con la vida?

La comunidad científica considera en un primer momento que se trata de un espacio sin vida. La expedición Challenger explora por primera vez las aguas de esta zona y muestra que si hay vida. Frente a Brasil, Challenger encuentra aguas a 0º muy cerca de la costa: la vida no es idéntica a esa de las corrientes cálidas tropicales. Esta agua viene de la Antártida y recorre las profundidades del Océano Atlántico hasta el norte. Tal como lo vislumbraban antes otros científicos, existen capas de agua, pero las especies que viven allí se mueven entre capas; No son ambientes cerrados, compartimentados. A veces las capas se mezclan. Pero sigue el misterio de la vida arriba de los volcanes. ¿Una vida todavía cercana a la explosión inicial?

Los barcos cableros recogen poco a poco en sus tubos algo de la vida abisal: gusanos gigantes, conchas, esponjas y otros nutrientes. Estos gusanos estudiados unos años más tarde gracias a los submarinos del CNRS en colaboración con el IFREMER revelan cosas extraordinarias.

Al analizarles después de subirles en cámaras de presión especiales, se descubre que han desarrollado unas proteínas específicas que les permiten soportar temperaturas muy diferentes de cada lado de su cuerpo. Existe una vida abundante cerca de esas fumarolas abisales, donde además de intenso calor, hay azufre, hierro y cantidades de nutrientes.

Este fondo del océano primario, matriz y cuna de la vida pelágica y tal vez los orígenes de la vida hace tres billones y medio de años, ¿todavía tendrá representantes hacia la superficie?

Esto es lo que Chris quisiera saber y lo que le impulsa a investigar en esta navegación transatlántica: "Con los instrumentos a bordo del Tara, no llegamos muy profundo, hasta 1000 metros solamente, pero es suficiente para saber si la vida que encontramos puede haberse desarrollado en condiciones cercanas a los orígenes, gracias a la presencia de esta matriz volcánica profunda. El estudio de los organismos de las profundidades, ya que algunos suben de noche, nos puede dar información sobre la vida de antes".

El interés de este leg a medida de nuestro acercamiento a las Azores, que se ubican del lado derecho de la cadena volcánica del Atlántico, es esta vida profunda. "Después de las dos primeras estaciones y antes de la próxima, la número 150 desde el inicio de Tara Oceans, podemos decir que hay poca vida en el área de los primeros 200 metros. ¿Pero más allá? "

Seguramente será otro punto que la expedición nos aclarará. De un modo similar a la extracción de muestras de hielo, cuando sondeamos las capas del océano tal vez lleguemos a sus orígenes. Hubo que esperar mucho tiempo para "conquistar" el Everest terrestre. ¿Cuánto tardará comprender la vida del Everest subacuático?

Vincent Hilaire