Etienne Bourgois, desde Groenlandia, a bordo de Tara:
Hemos aprovechado
esta año 2015, año de transición entre dos grandes expediciones, para regresar
a Groenlandia después de un lapso de 10 años, en compañía del Grupo de investigación
en ecología ártica (GREA) quien estudia esta región desde hace más de 30 años. Hoy,
podremos comparar los datos con los resultados de la década anterior. Es una
región que Tara conoce, viviendo la deriva ártica en 2007 cuando el GIEC apenas
hablaba del derretimiento de los hielos.
Este año es
bastante peculiar para Groenlandia. Es un año de hielo aquí. No obstante, en
todo el Ártico, la superficie de la banquisa ha disminuido de 1 millon de km2 a
final del invierno, en comparación a los 30 años pasados. Es un record. El
invierno ha sido muy frio. El vortex polar se derrumbo en varias oportunidades.
Las entradas marítimas han provocado mucha nieve, y los vientos permanentes del
Noreste empujan desde hace semanas todo este hielo hacia el Sur. Este hielo, todavía
muy denso, baja a lo largo de la costa Este y de la costa Oeste. No es algo común
en este periodo del año. Es una consecuencia directa del derretimiento de los
hielos y del clima que se caliente muy rápidamente.
Hace Seis años
que terminó la conferencia de Copenhague, una conferencia que recordamos como
un marcado fracaso. La movilización ciudadana fue intensa pero los Estados no
mandaron señales fuertes antes de la conferencia. Por el contrario, percibimos ahora
una movilización más intensa antes de la COP21 en Francia, una buena
oportunidad de llegar a un acuerdo global.
Este acuerdo está
en negociación desde hace décadas. Resulta vital que a fin de año los 195 países
participantes se comprometan concretamente a favor del clima. Pese a la crisis
mundial, debe arrancar una dinámica en cada país, cada región, cada ciudad, cada
empresa, para llegar a tal consenso. En 2020 caducan los acuerdos de Kyoto. Así
que, no solo todos los países participantes deben llegar a un acuerdo, sino que
este acuerdo debe ser lo suficientemente ambicioso para que podamos limitar el
calentamiento global a 2 grados a finales de este siglo.
Los datos
recolectados en el transcurso de la expedición Tara Oceans constituyen un
recurso inaudito en cuanto a la comprensión de los océanos. Miles de muestras
han permitido por primera vez mapear de forma detallada la biodiversidad
planctónica. En cierta forma, es el genoma de los mares que hemos podido
establecer.
Ello significa
que podemos ahora explorar las interacciones entre micro-organismos
desconocidos hasta la fecha. Esos resultados permitirán caracterizar el impacto
de las condiciones medioambientales en este ecosistema microscópico. Con las últimas
publicaciones de Tarea Oceans podemos probar que la temperatura del agua es un
factor determinante en la distribución del plancton. Eso nos lleva a la base de
la cadena alimentaria y sus variaciones. En el planeta, 2 billones de personas
viven a menos de 100 kms del litoral y un billón de personas depende
directamente de los recursos del océano.
Otros han podido
demostrar que la acidificación, es decir el PH del agua que disminuye y que varía
en relación al CO2 que emitimos, influye también en la distribución del
plancton. Todos los mares y océanos no tienen la misma densidad, salinidad,
tasa de oxigeno, o acidez. Se acumulan actualmente unas informaciones
complementarias del trabajo efectuado por Tara Oceans. El conjunto de los resultados contribuirá a modelizar la
evolución de la biodiversidad marina, y aprehender un mundo hasta ahora
desconocido en relación al clima por venir.
Para Tara, se
trata de que los lideres políticos, as personas que deciden, entiendan mejor
los servicios brindados por el océano en la regulación del clima, y convencerles
de que a mayor impacto sobre el océano, menos servicios climáticos nos podrá
brindar. Los océanos producen 50% del oxigeno que respiramos y capturan cerca
de 25% del CO2. La gente todavía no se da cuenta de las evoluciones mayúsculas
en curso en el océano.
Unos avances
científicos considerables nos dan hoy en día una legitimidad; Tara se ha
comprometido desde antaño en llevar la voz de los océanos en medio de las
negociaciones climatológicas. Hemos aprendido de Rio+20 que llevar la voz del océano
es una tarea de conjunto.
Con otras
organizaciones hemos trabajado a la creación de la plataforma Océano & Clima
que agrupa en la actualidad unas 60 organizaciones. Hemos lanzado el Llamado
del Océano para el Clima en oportunidad del Día Mundial de los Océanos de la
UNESCO, el 8 de junio 2015. Todos los actores deben ahora alzar su nivel de
protagonismo en preparación de la COP21.
La goleta será el
embajador del Océano en Paris. Para Tara, subir el Sena, es algo como llevar el
océano hasta la COP21. En Paris, organizaremos debates, conferencias, talleres
educativos, intercambios con Ongs y científicos para que la sociedad civil se adueñe
de este problemática. Françoise Gaill ha reunido unos 30 científicos, dentro de
los cuales Erick Karsenti y los científicos de Tara Oceans. Tenemos un papel de
catalizador para que todas las iniciativas trabajen de forma coordinada para
hacer oír la voz del océano.
Entrevista
realizada a bordo por Dino Di Meo
*GIEC: Grupo de
expertos intergubernamental sobre la evolución del clima. Organismo abierto a todos
los países miembros de la ONU.