25/07/2015

De Groenlandia a Paris Clima


Etienne Bourgois, desde Groenlandia, a bordo de Tara:
 
Hemos aprovechado esta año 2015, año de transición entre dos grandes expediciones, para regresar a Groenlandia después de un lapso de 10 años, en compañía del Grupo de investigación en ecología ártica (GREA) quien estudia esta región desde hace más de 30 años. Hoy, podremos comparar los datos con los resultados de la década anterior. Es una región que Tara conoce, viviendo la deriva ártica en 2007 cuando el GIEC apenas hablaba del derretimiento de los hielos.

Este año es bastante peculiar para Groenlandia. Es un año de hielo aquí. No obstante, en todo el Ártico, la superficie de la banquisa ha disminuido de 1 millon de km2 a final del invierno, en comparación a los 30 años pasados. Es un record. El invierno ha sido muy frio. El vortex polar se derrumbo en varias oportunidades. Las entradas marítimas han provocado mucha nieve, y los vientos permanentes del Noreste empujan desde hace semanas todo este hielo hacia el Sur. Este hielo, todavía muy denso, baja a lo largo de la costa Este y de la costa Oeste. No es algo común en este periodo del año. Es una consecuencia directa del derretimiento de los hielos y del clima que se caliente muy rápidamente.

Hace Seis años que terminó la conferencia de Copenhague, una conferencia que recordamos como un marcado fracaso. La movilización ciudadana fue intensa pero los Estados no mandaron señales fuertes antes de la conferencia. Por el contrario, percibimos ahora una movilización más intensa antes de la COP21 en Francia, una buena oportunidad de llegar a un acuerdo global.

Este acuerdo está en negociación desde hace décadas. Resulta vital que a fin de año los 195 países participantes se comprometan concretamente a favor del clima. Pese a la crisis mundial, debe arrancar una dinámica en cada país, cada región, cada ciudad, cada empresa, para llegar a tal consenso. En 2020 caducan los acuerdos de Kyoto. Así que, no solo todos los países participantes deben llegar a un acuerdo, sino que este acuerdo debe ser lo suficientemente ambicioso para que podamos limitar el calentamiento global a 2 grados a finales de este siglo.

Los datos recolectados en el transcurso de la expedición Tara Oceans constituyen un recurso inaudito en cuanto a la comprensión de los océanos. Miles de muestras han permitido por primera vez mapear de forma detallada la biodiversidad planctónica. En cierta forma, es el genoma de los mares que hemos podido establecer.

Ello significa que podemos ahora explorar las interacciones entre micro-organismos desconocidos hasta la fecha. Esos resultados permitirán caracterizar el impacto de las condiciones medioambientales en este ecosistema microscópico. Con las últimas publicaciones de Tarea Oceans podemos probar que la temperatura del agua es un factor determinante en la distribución del plancton. Eso nos lleva a la base de la cadena alimentaria y sus variaciones. En el planeta, 2 billones de personas viven a menos de 100 kms del litoral y un billón de personas depende directamente de los recursos del océano.

Otros han podido demostrar que la acidificación, es decir el PH del agua que disminuye y que varía en relación al CO2 que emitimos, influye también en la distribución del plancton. Todos los mares y océanos no tienen la misma densidad, salinidad, tasa de oxigeno, o acidez. Se acumulan actualmente unas informaciones complementarias del trabajo efectuado por Tara Oceans. El conjunto de los  resultados contribuirá a modelizar la evolución de la biodiversidad marina, y aprehender un mundo hasta ahora desconocido en relación al clima por venir.

Para Tara, se trata de que los lideres políticos, as personas que deciden, entiendan mejor los servicios brindados por el océano en la regulación del clima, y convencerles de que a mayor impacto sobre el océano, menos servicios climáticos nos podrá brindar. Los océanos producen 50% del oxigeno que respiramos y capturan cerca de 25% del CO2. La gente todavía no se da cuenta de las evoluciones mayúsculas en curso en el océano.

Unos avances científicos considerables nos dan hoy en día una legitimidad; Tara se ha comprometido desde antaño en llevar la voz de los océanos en medio de las negociaciones climatológicas. Hemos aprendido de Rio+20 que llevar la voz del océano es una tarea de conjunto.
Con otras organizaciones hemos trabajado a la creación de la plataforma Océano & Clima que agrupa en la actualidad unas 60 organizaciones. Hemos lanzado el Llamado del Océano para el Clima en oportunidad del Día Mundial de los Océanos de la UNESCO, el 8 de junio 2015. Todos los actores deben ahora alzar su nivel de protagonismo en preparación de la COP21.

La goleta será el embajador del Océano en Paris. Para Tara, subir el Sena, es algo como llevar el océano hasta la COP21. En Paris, organizaremos debates, conferencias, talleres educativos, intercambios con Ongs y científicos para que la sociedad civil se adueñe de este problemática. Françoise Gaill ha reunido unos 30 científicos, dentro de los cuales Erick Karsenti y los científicos de Tara Oceans. Tenemos un papel de catalizador para que todas las iniciativas trabajen de forma coordinada para hacer oír la voz del océano.

Entrevista realizada a bordo por Dino Di Meo

*GIEC: Grupo de expertos intergubernamental sobre la evolución del clima. Organismo abierto a todos los países miembros de la ONU.