Con ayuda de un
libro sobre nombres, encontrado por Michel Franco en esta biblioteca que él
incrimina por supuestamente ser parte de las 40 toneladas de sobrepeso de la
goleta, llueven las ideas en el comedor.
Determinado,
dispuesto a ayudar, profesional, secreto, generoso en chistes, erudito; Son las
palabras que circulan para retratar Martin Hertau, 37 años. Además, le gusta
leer Le Canard Enchaîné, el Pato Encadenado, en su litera y puntúa a menudo sus
frases con "voilà".
Y Samuel Audrain?
Carisma y serenidad. Oriundo de Nantes, 36 años, él cultiva su sentido de la
lógica y su afán del trabajo bien hecho. Siempre sonriente, Samuel se esmera en
usar siempre la palabra correcta. Reservado al principio, él tiene sentido de
la comunicación. Sus amigos dicen que él no conoce el miedo en acción. Pero
cuando dice "tener miedo", es después del acontecer, y esto significa
que el grado de peligrosidad de la situación era realmente alto.
Uno habla de un
tono tranquilo y calmado, el otro tira las palabras en ráfagas. Ambos muy
diestros en la maniobra del barco, miran la gente a los ojos cuando les hablan.
Se relevaron y turnaron en los puestos
de ingeniero jefe y de capitán durante los siete meses de Tara Mediterráneo.
Es esta
versatilidad, esta polivalencia, que anima Samuel: "A diferencia de un barco
grande, a bordo de Tara uno puede tocar todo. Yo estuve aquí en todos los
puestos, no me gusta limitarme a una sola función. Cuando soy capitán y que hay
un problema en la sala de máquinas, me
gusta dar una mano al Ingeniero Jefe". Martín, por su parte, esta seducido
por "la dimensión efectiva y el programa de Tara".
Al evocar sus
carreras, ambos hablan del mundo de la vela.
Después de un año
en Facultad de Filosofía de la universidad, Martin pasa de barco en barco como
tripulante para navegaciones transatlánticas hacia Brasil y las Antillas. Se
instala luego en Montreal donde desempeña múltiples oficios. El regresa a
Francia para darle forma a su pasión. En St Malo, su ciudad nativa, Martin
prepara un barco de carreras para La Route du Rhum, la Ruta del Ron. Él trabaja
luego en entrega de veleros y chárter. Hasta cruzar el camino de Tara en 2011,
en Puerto Williams, Patagonia. Allí él se topa con Hervé Bourmaud, capitán de
Tara. Martin posee una real experiencia del Extremo Norte y Tara está a punto
de subir al Ártico. El curriculum de Martin interesa Hervé. Dos meses más
tarde, Martin recibe un correo electrónico conciso en el que Hervé le ofrece
embarcar como Segundo oficial Su experiencia a bordo comienza en 2011 con Tara
Oceans, entre Polinesia y San Diego. Martin asume luego el cargo de capitán por
primera vez durante Tara Oceans Polar Circle, en 2013.
Samuel se da
cuenta tardíamente que la vela puede inscribirse en una carrera profesional. El
estudia en la UCPA y los Glénans, donde quiere transmitir lo que ha aprendido.
El azar y la audacia lo llevan a acompañar el explorador Jean-Louis Etienne en
la isla de Clipperton. En el transcurso de la navegación, se habla mucho de la
goleta Antartica- Seamaster. Jean-Louis Etienne pone Samuel en relación con el
nuevo propietario del barco, Etienne Bourgois. Su primera misión inicia en 2005
en Georgia del Sur, para seguir en los 11 meses de la deriva ártica.
La expedición
Tara Mediterráneo está por terminar. En su cargo de capitán, Martin y Samuel
fueron los responsables de la seguridad de la tripulación, del buen desarrollo
de la misión científica y de las escalas. Por turnos, se han metido en las entrañas
de Tara para garantizar su buen funcionamiento, sin lo cual nada hubiera sido
posible. Dos capitanes, dos formas de manejar
la expedición. Una energías complementarias a bordo, acorde su
experiencia y personalidad.
Noëlie Pansiot