La goleta Tara © François Aurat/Tara Expéditio
Focus: 2011, el año del Pacifico para Tara. Después de la costa de Chile, la isla de Pascuas, las Galápagos, la goleta se encuentra en Polinesia francesa por dos meses. ¡La excepcional biodiversidad marina de esta región de ultramar bien lo amerita!
En Papeete, los tesoros de la misión Tara Oceans serán enviados a los laboratorios.
¿Los tesoros de Tara? Unos congeladores llenos de muestras recolectadas en el transcurso de la expedición, minuciosamente, según un ritual inamovible. Unas muestras que aguardan una vida minúscula y abundante en su mayoría todavía desconocida: el plancton. Nunca antes se había estudiado este “melting pot” de virus, bacterias, protistas y pequeños animales de todos géneros, de un modo tan sistemático e integrado. Nunca antes se había documentado los ecosistemas planctónicos a tal escala planetaria.
Gran desconocido de los océanos, el plancton produce 50% del oxigeno que respiramos y captura parte del carbón que generamos. El impacta entonces en los regímenes climáticos de la Tierra. Siendo los 98% de la biomasa marina, el es también la base de las cadenas alimentarias. A Gaby Gorsky, uno de los coordinadores científicos de la expedición, todavía le esta vibrando la voz de la emoción sentida en las estaciones realizadas cerca del ecuador, donde las corrientes frías, cargadas en sales minerales, suben a la superficie: “Fue magnífico, son ecosistemas que funcionan a pleno régimen con todos los eslabones de la cadena alimentaria, desde las bacterias hasta los peces y calamares, mucho zooplancton, los gelatinosos, los depredadores del plancton, los filtrantes… ¡Nuestras redes estaban por reventar!”
Después de la Polinesia francesa, Tara debía enrumbar hacia Asia con una escala en Tokio. Pero un contexto económico desfavorable, asociado a la catástrofe nuclear japonesa, han obligado los dos codirectores de la expedición, Etienne Bourgois (presidente del Fondo Tara) y Eric Karsenti (director de investigación en el CNRS*, destacado en el EMBL*), a modificar el plan de trabajo de la goleta. Es ahora hacia Hawai, y luego hacia el “continente de plástico’’ del Pacifico Norte, que Tara se estará dirigiendo. Después de una escala en San Diego, Tara cruzará el canal de Panamá y el Atlántico para llegar a Lorient, tentativamente en la primavera 2012.
Pero la etapa, “el leg”, sin duda la más larga, ya ha empezado para las decenas de investigadores involucrados en Tara Oceans. Como una misión espacial, como una experiencia realizada en el gran acelerador de partículas del CERN* cerca de Ginebra, la expedición genera una avalancha de datos que requerirán seguramente más de 10 años para ser cabalmente analizados. Los objetivos son ambiciosos: entender el funcionamiento y la diversidad de la vida marina, anticipar la respuesta de los ecosistemas marinos a los cambios climáticos.
Ya se están dibujando las primeras relaciones. Los resultados se ven sobresalientes. Se anuncian publicaciones espectaculares. Lastimosamente no estamos todavía para desvelar todo. Se deben verificar unos análisis, cerciorarse de su exactitud, esperar los datos de las próximas estaciones para validarles y darle más peso estadístico. El trabajo de investigador es un trabajo meticuloso. Para todos los expertos, Tara Oceans es un proyecto de largo alcance. Un proyecto al cual “hay que dar recursos para su eclosión científica en los años porvenir”, subraya Jean Weissenbach, director del Genoscopio de Evry. Para ello, Tara Oceans necesita del apoyo de instituciones de investigación, de fundaciones, del sector privado. Un apoyo esencial para que las muestras no se queden presas a -186 grados en nitrógeno líquido, para que revelen sus secretos sobre la diversidad y el funcionamiento de la vida oceánica.
Gaëlle Lahoreau
* CERN: Centro europeo de física de las partículas
* CNRS: Centro nacional de la investigación científica
*EMBL: Laboratorio europeo de biología molecular, en Heidelberg, Alemania