Eric Gilson, profesor de biología celular en la Facultad de Medicina de Nice, y director del IRCAN (Instituto de investigación sobre el cáncer y el envejecimiento, en Nice) es un especialista de la investigación sobre los telómeros*. Ubicados en los extremos de nuestros cromosomas, los telómeros pilotean los procesos normales y patológicos del envejecimiento.
Eric cuenta
con los resultados del estudio en laboratorio de las 40 mil muestras de corales
recogidas por la expedición.
“Hasta
tiempos recientes, no sabíamos cómo y por qué estamos envejeciendo. Queda ahora
establecido que lo que nos hace envejecer, el desgate, se origina en nuestras
células. Gracias a la investigación sobre levaduras, el pez-cebra, el ratón,
entre otros, sabemos más de esos mecanismos. El reloj más conocido del
envejecimiento de las células se llama los telómeros. A lo largo de nuestra
vida, a cada división de nuestras células para asegurar el funcionamiento
general, se pierden fragmentos de telómeros. Eso lleva a una acumulación de
células senescentes, una acumulación responsable de nuestro envejecimiento.
Este mecanismo se puede acelerar en ciertos órganos y generar enfermedades del
envejecimiento, como los cánceres, las patologías cardiovasculares, la diabetes
de tipo II o patologías respiratorias.
Precisamos
ahora estudiar organismos-modelos para progresar en la comprensión del
envejecimiento. Unos organismos-modelos que se parezcan al nuestro, y que
tengan particularidades excepcionales en término de longevidad.
En
el reino animal, hay uno con una longevidad excepcional: el coral. Este existe desde
hace millones de años, y su organización genómica es vecina de la organización
del ser humano.
El estudio
de este animal es una mina de descubrimientos potenciales, si queremos avanzar
en el conocimiento de los relojes que regulan el envejecimiento del hombre.
Los
telómeros del coral son cercanos a los del hombre. Sus secuencias de ADN son
idénticas a las nuestras. ¿Cuál es el invento del coral para retrasar el reloj
telomérico? ¿Cuáles mecanismos han sido creados por este animal para que sus
células sean más resistentes al envejecimiento? Sin esta longevidad extrema, no
existirían arrecifes coralinos tan importantes y tan ricos en biodiversidad.
A partir de
los tejidos del coral, vamos a extraer ADN.
Las técnicas moleculares nos permitirán cuantificar el ADN telomérico
presente. Recordemos que en el hombre, el recorte de este ADN es el mecanismo
de su envejecimiento.
Gracias a
esta expedición Tara Pacific y sus miles de muestras, podremos estudiar las
variaciones de tamaño de este ADN telomérico en función del medio ambiente
donde vive este coral. Nos permitirá establecer relaciones entre la dinámica
del telómero y su hábitat.
La pregunta
de fondo que nos estamos haciendo en torno al ser humano es: ¿Qué pasa cuando
el humano es estresado y el reloj
telomérico se acelera? La relación que estableceremos para el coral entre su
estilo de vida, su medioambiente y su hábitat, será aleccionadora para comprender
el funcionamiento de nuestra propia maquinaria.
Como no lo
podemos hacer con los humanos, intentaremos comprender con el coral cuales son
las estrategias que este animal inventa para evadir los varios estrés
medioambientales a los cuales está sometido y cómo lo supera.
En el
hombre, sabemos que la perturbación del reloj telomérico por el estrés puede
llevar a envejecimientos patológicos graves, como las enfermedades
cardiovasculares y los cánceres.
Otra
pregunta subyacente en la investigación que conducimos gracias a Tara es:
¿Podemos frenar el proceso de envejecimiento, hasta revertirlo? Y en caso
positivo, ¿cómo?
Entrevista
por Vincent Hilaire.
* Los telómeros (del griego τέλος [telos],
«final», y μέρος [meros], «parte») son los extremos de los cromosomas. Son
regiones de ADN no codificante, altamente repetitivas, cuya función principal
es la estabilidad estructural de los cromosomas en las células eucariotas, la
división celular y el tiempo de vida de las estirpes celulares. (Wikipedia)