Con los arrecifes Guilbert y Mérite, Huon es uno de los atolones que componen la reserva natural de Entrecasteaux. Paraíso de biodiversidad, santuario de aves, de tortugas verdes, de 2,300 especies de peces y de más de 350 corales diferentes, Huon es distinguido como parte del patrimonio mundial por la UNESCO desde 2008.
Estamos en
misión aquí hasta el 13 de octubre, con los científicos del IRD de Nouméa y de
la Universidad de Nueva Caledonia (UNC).
Los
arrecifes de Entrecasteaux afloran en el noroeste de Nueva Caledonia, a 180 kms de Grande Terre. Marcando el límite norte del archipiélago de
Nueva Caledonia, no albergan habitantes.
Antoine
Bruny d’Entrecasteaux descubre los arrecifes en 1792, mientras cumple con las
ordenes de Luis XVI, de buscar los miembros perdidos de la expedición de La
Pérouse. Sus 2 fragatas pasan cerca de Vanikoro, pero sin avistar los
sobrevivientes del náufrago del Boussole
y del Astrolabe.
Luego, la
zona será visitada con regularidad por los cazadores de ballenas en el siglo
XIX. Entre 1883 y 1928, se explota de
forma sostenida el guano.
Los
científicos quieren ahora entender por qué estos atolones han sido afectados de
forma diferente que la Grande Terre (Tierra grande) durante el episodio de
blanqueamiento del coral en 2016. Una hipótesis de trabajo es la influencia del
guano, precisamente, que habría permitido la resistencia de los corales. Solo
el 50% de las comunidades coralinas fuera de la laguna han sido afectadas por
el blanqueamiento, minetras este impactó en 90% de los arrecifes interiores de
la laguna de Entrecasteaux.
Vincent Hilaire