A finales del 2000, la goleta “Seamaster”,-re-bautizada “Tara” 3 años más tarde-, salía por última vez del Viaduct Harbour de Auckland con Sir Peter Blake al mando.
Es con una
profunda emoción que regreso aquí. Hace 17 años, tuve la oportunidad de navegar
en este golfo de Hauraki a bordo del barco francés competidor de la America’s
Cup. No ganamos, pero pudimos codearnos con Peter.
Competir y vivir aquí en
Auckland me dejó una impresión que me habita desde entonces, una de estas
experiencias íntimas que uno atesora toda su vida.
Es también
en este período, en el 2002 que Etienne Bourgois, fundador del proyecto Tara,
encontró aquí a Alistair Moore quien le
susurró que, tal vez, el Seamaster podría estar en venta. Para Etienne y yo,
llevar a Tara de regreso en el Viaduct Harbour, después de tantos años y
expediciones en el planeta Océano, desata
sentimientos fuertes. Repito que Tara es uno de esos barcos que tienen un alma.
Su trayectoria es excepcional, desde su diseño hasta sus misiones de hoy. Una
historia construida por los sueños y la pasión de J.L. Etienne, Sir Peter Blake, y
el equipo Tara.
Por una
enorme casualidad histórica, una mágica convergencia de rutas, estoy aquí
mientras llueve a cántaro, junto al equipo Tara, en el corazón de la
celebración del regreso del Emirates Team New Zealand, vencedor de la Copa
América 2017, acompañado de decenas de barcos. El público kiwi nos expresa su
cariño.
Este reconocimiento genuino, magníficamente organizado por la Fundación
Blake y la ciudad de Auckland, cala hondo en todos, Agnès b., Etienne, el
equipo Tara y nuestros socios.
Nos toca
ahora seguir con la misión: involucrar al público, comprometer la nueva
generación con la ciencia y el desarrollo sostenible. ¡Stand-by
tack!
Romain Troublé, Director
general de la Fundación Tara
Expéditions.