Los científicos prevén que sus islas dejarán de ser habitables en unos 50 años. Conscientes de eso, los habitantes de las Kiribati están buscando soluciones para preservar su modo de vida y salvar su nación insular del naufragio.
Mientras el
semirígido de Tara se acerca a la playa de arena blanca, una familia de
pescadores viene a darle la bienvenida.
Un joven trepa un cocotero para regalar cocos frescos a la tripulación que
desembarca. Algunos de los científicos visitantes ya sienten un nudo en la garganta: este
paraíso perdido, esta isla, esta comunidad y esta familia no estarán aquí
dentro de 50 años.
Martin
Desmalades, técnico del CRIOBE en
Perpiñán, Francia, expresa este pesar: “Uno sabe lo que nos dice la ciencia,
conocemos las diversas versiones sobre los impactos del cambio climático aquí.
Pero al estar en medio de los lugareños y al compartir su vida, uno se siente
incrédulo. Uno desea absolutamente que ellos encuentren una solución.”
Ubicada entre las
Fidji y las Islas Marshall, la joven nación insular de Kiribati (“Ki-ri-bass“en
gilbertés) carga con el triste honor de ser una de las primeras naciones del
mundo cuya desaparición esta anunciada, debido a los estragos del cambio
climático.
Para captar la perspectiva
de los habitantes, hemos consultado Choi Yeeting, coordinador nacional del
cambio climático adscrito al presidente de Kiribati. Él nos menciona un lema
repetido a la juventud de Kiribati: «Nangoa Wagm Nte Tauraoi», “Estén
preparados para todo”.
“Con el
derretimiento de los casquetes polares, es posible que nos quede poco tiempo
para adaptarnos y desarrollar cierta resiliencia a la potencial desaparición de
las Kiribati. Es la gran duda. Puede ser que el tiempo no nos alcance para
lograrlo.”
Los Kiribatianos,
“I-Kiribati” en gilbertés e inglés, ya
sufren de las presiones del cambio climático. Las tormentas, cada vez mas
violentas, desplazan de forma definitiva unas poblaciones que migran tierra
adentro, afectando el régimen de propiedad y generando conflictos agrarios.
Yeeting subraya
que la gente mantiene la esperanza: “Tenemos un carácter combativo, necesario
para vivir en nuestro país. Puede compararse con la situación del capitán de un
barco, es decir, hundirse junto a su barco. Se trata de nuestro orgullo, de ser
quienes somos realmente. ¿A dónde iríamos?
¿Seríamos todavía I-Kiribati después de eso? Personalmente, lo veo así.
Mi primer reflejo sería de hundirme junto a mi país.”
Yeeting no ignora
la dura realidad, la de tener que abandonar
las tierras a las cuales su patrimonio y su pueblo están tan vinculados,
la obligación de ir a vivir en otro país. Pero él repite“ ¿Quiénes seremos si
dejamos nuestro país? ¿Valdrán todavía nuestros valores si migramos hacia otro
país? En lo personal, quisiera siempre ser I-Kiribati, conservar mis
tradiciones y valores culturales. A pesar de la ciencia, a pesar del hecho
científico que no tenemos 50 años por delante.”
¿Qué tal de su futuro, en el mejor de los
casos? “Tendré hijos aquí, me casaré, viviré en Kiribati toda mi vida. Es
algo que vislumbro. Es el escenario ideal. ¿Cuál sería el escenario pesimista?
Deber evacuar las Kiribati. No veo un futuro decente para nuestro pueblo si
llega este día. ”
Sarah Fretwell
Más sobre Kiribati :
https://es.wikipedia.org/wiki/Kiribati