Después de numerosas sumersiones, el
dictamen de los científicos es formal: se creía que los arrecifes de Polinesia lograban mitigar los
efectos de los cambios climáticos. No es así: los arrecifes están sufriendo
profundos cambios.
“Pese a los sistemas de vigilancia
implementados, en particular con el CRIOBE, para monitorear el blanqueamiento,
no teníamos mucha información. Ahora, estamos descubriendo que los corales en
las vertientes exteriores de los
arrecifes han sido muy afectados, con una alta mortalidad.
Estamos en presencia de arrecifes
coralinos que suelen hospedar de 50 a 60% de coral vivo en sus faldas externas.
En ciertas zonas, tienen ahora menos de 5%. Observamos una alta mortalidad del
coral en los arrecifes de las Tuamotu.”
Los investigadores han identificado las
causas de este blanqueamiento, motivo de este alarmante balance. Un primer
actor de este cambio es el fenómeno climático El Niño, que genera un aumento de
la temperatura de los océanos. En los arrecifes, este calentamiento causa un
estrés en las poblaciones coralinas que pierden poco a poco sus algas
simbióticas, acarreando así un déficit de nutrientes. Un proceso que se conjuga
con el impacto de la actividad humana, tal como la contaminación, que llega a
notarse hasta en estos archipiélago aislados.
Para una mayoría de peces del arrecife, el
coral es un hábitat y un refugio ante los depredadores. Al desaparecer este
hábitat, todo el ecosistema sería afectado. Mientras se sigue estudiando la
capacidad de la fauna marina en adaptarse a los cambios en el arrecife, los
científicos ponderan la capacidad del coral de sobrevivir a esta fase de
blanqueamiento: “No estamos en un guión de desaparición del coral. El coral,
gracias a su diversidad, -cerca de 1,500 especies-, y a su capacidad de
resistencia, seguirá existiendo. Lo que
podría ocurrir es una transformación del arrecife coralino en un arrecife menos
conformado por los corales y más por las algas”.
Resulta difícil predecir las consecuencias
del proceso sobre las poblaciones humanas. Pero la fragilización del coral
podría afectar la economía de las naciones del Pacifico, y poner en jaque la
sobrevivencia de las sociedades insulares.
En 2015, en Paris, la comunidad
internacional acordó tomar medidas de respuesta al cambio climático. La COP22
se reúne hoy en Marrakech para precisar las medidas concretas.
Tara sigue con su travesía del Pacifico y
así poder informar a quienes tienen la decisión política de proteger estos
medioambientes frágiles.
Pierre de Parscau