08 de abril 2015
Después de 3
meses en obras, la tripulación ha vuelto a montar el barco, pieza a pieza: Tara
está flotando de nuevo. Debemos apretar las últimas tuercas antes del 25 de
abril, fecha de la visita a Pencadenic, Morbihan.
En estos meses, los
marineros se han aventurado en rincones inesperados, han abierto escotillas inexploradas, descubierto huecos olvidados;
Hasta se han metido en los tanques de combustible que fueron ventilados para su
inspección. Detrás de una tabla de madera, una pieza metálica o un objeto, ellos
a veces encuentran unas palabras garabateadas por sus predecesores. Los
mensajes han intrigado, alimentando debates, espoleando la imaginación de unos
tripulantes vueltos jugadores de una especie de un juego Cluedo gigante.
Daniel “Danou” Cron, antaño autor de
semejantes mensajes, es ahora descubridor-lector:
"Todo comenzó hace varios años. Estamos ahora descubriendo mensajes en
elementos que desmontamos rara vez, en lugares muy improbables. Es nuestro
turno de escribir mensajes a la atención de quienes vendrán en el futuro".
En una tabla de
madera situada en el comedor grande, alguien advirtió "si estás ahí, es
que vas a sufrir". En otras palabras: la tarea adelante te costará sudor.
En la escotilla del balasto: "apretado en 2011", con un punto de GPS
en el Océano Índico. Detrás de la nevera, Danou y Dominique, la cocinera,
estampan algo con marcador indeleble. ¿Qué mensaje estarán dejando? Lo
descubrirán quienes tendrán la tarea de
mover la pesada nevera en unas futuras
obras de mantenimiento. Y a su vez, ellos podrán dejar un rastro de su trabajo a
bordo. Sólo los escritos perduran.
Noëlie Pansiot