Napoles, escuela Fiorelli |
Vestimenta blanca
y máscara negra en forma de pico de pájaro, la misma que llevaban los doctores
del período de la Plaga, la Peste. Pulcinella simboliza la muerte al mismo
tiempo que la exorciza. Estos jóvenes se acercan al barco cantando "La
Ciudad de Pulcinella", que describe tanto la belleza de Nápoles como sus
horrores: una tragedia detrás de la apariencia, dice la canción. Vestidos de
doble-cara tal una moneda, evocando de cara las maravillas de su ciudad y sus
miserias, de sol, todos habían ensayado con esmero su papel de portavoces. Acompañados
por sus profesores, no dudaron en fotografiarse delante de los montones de
basura que siempre puntúan partes de esta ciudad del sur de Italia.
Nápoles ha sido
diferente de las demás ciudades de la península. Tres sirenas de Ulises están
al origen de la urbe. Una de ellas, Parthenope, enamorada del héroe de la
Odisea, se dejó morir de pena porque Ulises la desdeñaba. La leyenda dice que
su cuerpo fue descubierto en la playa donde se ubica actualmente el Catel
dell’Ovo. Si Nápoles apesta tanto, ¿será por culpa del cadáver?
Los colégianos no
se quedan ahí y cantan al unísono "O guarracino” una de las canciones más
representativas de la ciudad. El "guarracino" es un pez del Mediterráneo,
un pez negro bastante feo que el autor de la canción embarca en un vaudeville
submarino. El texto, muy pegadizo, menciona casi un centenar de diferentes
especies de peces y mariscos, algunos ahora desaparecidos. Un autor obviamente ducho
en biología.
La fantasía de la
historia, la descripción de vestidos, joyas y comportamientos es un rico
retrato del estilo de vida de esta ciudad de unos 400,000 habitantes en el
siglo XVI, detrás de Londres pero por
delante de París. "Esta taxonomía musical encarna una reflexión refinada
de la ciudad y su mar, explica el antropólogo Marino Niola. Guarracino se
describe como "guapo", hermoso, derivado directamente del significado
español. Una tarantela simbólica de Nápoles, opuesta al estereotipo superficial
del supuesto himno "O sole mio".
Los alumnos de la
escuela Fiorelli han compartido con nosotros sus personajes míticos para que
podamos entender mejor su ciudad y sus miedos. Una gran emoción.
Dino Di Meo, a bordo de Tara.