18/09/2014

Las lágrimas de sirena hacen llorar el mar


Tara Med_microplastiques
Invisibles al ojo humano, las microperlas de plástico han invadido nuestros productos de uso diario. Estas partículas esféricas muy finas están ahora presentes en cientos de cosméticos: exfoliantes, cremas, leches de cuidado dermatológico, limpiadores hidro-alcohólicos, pastas de dientes, esmaltes de uñas...Algunos envases anuncian su presencia, tipo "contiene microperlas", pero la mayoría lo disimulan dentro de los genéricos polietileno y polipropileno.

Las microperlas de plástico ruedan sobre la piel, ellas aportan un toque suave a nuestras cremas. Es por eso que la industria las usa; Y abusa. Inferiores a 1 mm o ligeramente más grandes como en los  exfoliantes, su destino es el mismo: no son biodegradables y son demasiado finas para ser retenidas por la filtración de las plantas de tratamiento de agua. Así que viajan por ductos, drenajes de duchas y baños, desagües y alcantarilladas, hasta llegar a los ríos, los mares y los océanos. Llevadas por las corrientes durante siglos, ellas entran también en la cadena alimentaria subacuática.

Los anglosajones las llaman “mermaid tears”, las lágrimas de sirena. Estas lágrimas están  envenenando los ecosistemas acuáticos.

Una vez más, el efecto acumulativo de los comportamientos individuales conduce a un problema global. Unos gestos de cuidado e higiene que parecen inofensivos no lo son para el medio ambiente. El consumidor lo ignora. Pero de ser debidamente informado, probablemente él optaría por otra clase de productos, dejando de ser simple presa del consumo para ser actor consciente.

En los Estados Unidos, la región de los Grandes Lagos se ve especialmente afectada por esta contaminación. En junio pasado el Estado de Illinois ha prohibido el uso de microperlas de plástico en las industrias. Otros estados como Nueva York, California y Ohio están en proceso de aprobar prohibiciones similares.

Los científicos están prestando atención: El Dr. Leslie, de la Universidad Libre de Amsterdam, considera que los exfoliantes están compuestos de 10.6% de microplástico. Liebezeit y Dubaish, de la Universidad alemana de Oldenburg estiman que los microplásticos son ahora la principal fuente de contaminación del Mar de Wadden.

La problemática de las microperlas es parte del estudio de Tara sobre los micro plásticos. El tema no es nuevo: en 1972, Carpenter y Smith hacían  sonar la alarma en torno a la presencia de partículas finas de plástico en la superficie del Atlántico. Uno después, ellos documentaban la ingestión de polietileno por los peces.

42 años han pasado desde estas primeras observaciones y la situación está empeorando. Pero estamos todavía a tiempo de revertir la tendencia, dejar de descargar nuestros desechos al mar y tomar las decisiones convenientes.

Noëlie Pansiot