Jean Louis Etienne©Tara Expeditions |
Este casco,
diseñado para navegar entre los hielos polares, tripulado por apasionados, surca
todos los océanos del globo. De 2004 a 2005,
Tara ha llevado a cabo 6 misiones en Groenlandia, la Antártida, Patagonia y
Georgia del Sur, antes de realizar cuatro expediciones mayores: Tara Arctic, Tara
Oceans, Tara Oceans Polar Circle, Tara Méditerranée.
©Tara Expeditions |
Ecopolaris es la
primera misión de Tara, durante el verano de 2004 , al noreste de Groenlandia. Tara embarca investigadores franceses,
daneses y groenlandeses para explorar y estudiar más de 1500 km de costas,
entre 68° et 81°15’ Norte, a menos de 1000 km del Polo Norte geográfico.
"Aunque él
no sea naturalista, Etienne Bourgois ha perfectamente entendido que su barco
puede facilitar el acceso a los datos necesarios para evaluar los cambios en
los ecosistemas del Ártico" recalca el ingeniero ecólogo Olivier Gilg,
jefe de la expedición Ecopolaris y jefe del GREA, Grupo de Investigación en
Ecología Ártica.
Los
investigadores del GREA querían explorar las costas noreste de Groenlandia
entre Amassalik y Kilen (81Norte), con un doble objetivo: tapar lagunas de
conocimiento de los ecosistemas terrestres y marinos del Ártico, y recolectar
los datos necesarios al análisis y la previsión del impacto del calentamiento
global sobre los seres vivos.
"Hemos
reunido en dos meses más información sobre las aves marinas del noreste de
Groenlandia que lo que han recogido en dos siglos todas las expediciones que
han trabajado en esta área. El resultado va más allá de lo que esperábamos, y
eso es gracias a la logística brindada por Tara".
Por lo general,
las expediciones son arduas y menos fructíferas. Un máximo de 8 personas son depositadas
por un avión, viven por semanas en tiendas de campaña, pierden mucho tiempo
trasladándose a pie o en inflable a los lugares de experimentos y
observaciones.
Gracias a Tara,
capaz de colarse en el hielo y acercarse a las costas, los científicos se
pueden proyectar en el terreno sin demasiado esfuerzo y en condiciones de
confort. En las cabinas, cada quien tiene su camarote, su manta, su escritorio
y una conexión para su computadora. Las duchas son calientes, la biblioteca
bien surtida, la comida buena. Vladimir, veinte meses de edad, hijo de Olivier
y de Brigitte Sabard, responsable de la logística de la misiones Ecopolaris,
cabe fácilmente en la expedición.
Tara funge de
campamento de base para la expedición Endurance organizada en 2004/2005 por la
asociación “Montagnes du Silence”, Montañas del Silencio. Esta expedición,
conformada por personas sordas o con
deficiencia auditiva, sigue los pasos de Sir Ernest Shackleton en Georgia del
Sur.
"Nuestra
pasión es la montaña, nuestro hándicap es el silencio. Hemos reunido estos dos
elementos en "Montañas del Silencio". La asociación nace 2002 de la
voluntad de Daniel y Françoise Buffard-Moret, escaladores expertos y sordos,
para crear una sinergia en la confrontación de dos mundos, el de las personas
sordas y el de los oyentes, unos mundos que coexisten en paralelo en la
sociedad.
En noviembre de
2004, 20 miembros de "mar y montaña", incluyendo 6 sordos franceses y
suizos, embarcan a bordo de Tara en las Islas Malvinas para viajar a Georgia
del Sur, en el extremo sur del Océano Atlántico. Dos intérpretes profesionales
del lenguaje de signos y un médico especialista en emergencias y rescate en
montaña acompañan el grupo.
La expedición comienza con una navegación de
1600 millas en los 50 rugientes. Los Shag Rocks en el Mar de Scotia, espesas
neblinas y un iceberg puntúan la travesía antes de que las montañas de Georgia
del Sur estén a la vista.
Durante más de 20
días, marineros y montañeros, sordos y oyentes, se unen por cuerdas para
escalar al fin del mundo, en el Sur profundo, para que los sordos, su lenguaje,
su cultura, su identidad específica, puedan hacer valer que merecen ser oídos
.
.
"Mientras el equipo de “Montagnes du
Silence” esta cerrando sus últimos bultos, decido quedarme a bordo. Acabo de
enterarme que hay espacio vacante, realizo que hay una oportunidad para
aprender más” escribe Catherine Chabaud el 18 de diciembre 2004. El fotógrafo
Sebastião Salgado acaba de embarcar, junto a Laurent Ballesta, biologo marino y
Gil Kebaïli, director de películas.
Economista de formación, nacido en Brasil en circunstancias modestas, Salgado se ha centrado hasta la fecha en el sufrimiento de los hombres: hambrunas, éxodos, guerras. Sus grandes reportajes, construidos en base a largos años de documentación y viajes, están teñidos por un marcado carácter social. Él se siente comprometido, inmerso en una forma militante. Su carrera está acuñada por su colaboración con las principales agencias humanitarias del mundo. Pero él ataca ahora el capitulo “Antartida” de su gran proyecto, Genesis.
Los sufrimientos
del hombre están estrechamente relacionados con su entorno. Que sean el
resultado de su degradación o que sean su causa. Con Génesis, Sebastião quiere ponernos
de nuevo en contacto con la naturaleza, acercarnos a nuestras raíces, recordarnos
que somos parte de un todo, de un mismo planeta donde los ecosistemas son
interdependientes.
Uno puede cambiar
las cosas si uno logra cambiar la gente.
Cabo de Hornos, archipiélago
Diego Ramírez, bahía Margarita, mar de Weddell, Isla Decepción... Intoxicado, insaciable,
incansable, fascinado, él pasa la mayor parte del tiempo cubierta afuera o en
el mástil, observando, absorbiendo, sintiendo, para finalmente disparar un "shoot",
la foto.
Expedición Antártida 2005 : Pierre Huyghe, cuando
el arte es un viaje
" ¿Esa fue una tormenta fuerte?"
preguntan, lívidos, los recién embarcados en Ushuaia. Celine Ferrier les
contesta, lacónica: "Fue una tormenta de fuerza 11-12 en la escala de
Beaufort, el máximo es 12. Uno no habla
de las tormentas que rebasan el entendimiento, las que ya son más que
tormentas”.
En el Paso de Drake, los vientos de 60 nudos
han rasgado las velas. Tara tuvo que pasar ocho horas huyendo, sin tela. Uno de
los motores se ha apagado. Durante cinco días, unos pocos artistas que no son
marineros para nada están viviendo su bautismo.
La tripulación del Tara intenta captar el
propósito de esos artistas que quieren pasar a toda costa el Círculo polar antártico.
Pierre Huyghe es una de las figuras del arte contemporáneo. Por lo general, él divide
su tiempo entre París y Nueva York.
Estamos en el
siglo XXI, el mundo se metamorfosea de forma tangible. Estos cambios han
impulsado Pierre Huyghe a incursionar el Sur profundo, “explorar lo real para
mejor acercarse a lo irreal”. Las consecuencias del calentamiento global inspiran
su proyecto artístico. "Se están abriendo nuevos paisajes marinos, eso deja
al descubierto tierras que no están en mapa alguno y su fauna endémica. En
algún lugar alrededor del Círculo Polar Antártico, debe haber aéreas donde unas
islas sin nombre, sin escala o posición, van y vienen con las estaciones. Un
rumor dice que un animal blanco, jamás registrado, un espécimen único, ha sido
visto en una de las islas cercanas a la Bahía Margarita..."
A partir de este
rumor, Pierre Huyghe ha reunido un grupo de artistas curiosos para
comprobarlo. Vienen de París, Nueva
York, Estocolmo, Alemania, Japón. Ellos suelen exhibir sus trabajos en galerías
de las grandes capitales.
En el paralelo
65, Celine Ferrier, el capitán de Tara, decide dar un paseo en el "brash”,
una concentración de cubos de hielo de diferentes tamaños. Pero Tara se atasca
en 1.50 m de hielo compacto. Los artistas se sorprenden al ser capaces de
caminar sobre el agua, “en otro planeta”, totalmente inciertos del día
siguiente.
¿La isla sin
nombre no sería el barco mismo? "El ambiente a bordo es delirante, escribe
Céline Ferrier. Hacemos un gran viaje en lo extraño aunque sigamos siendo muy
centrados en la situación"
El arte tiene
elegante modales para decir lo esencial de nuestras angustias. Si hasta los
lugares protegidos de la agitación del mundo se están metamorfoseando, ¿qué
otras mutaciones nos depara el futuro?
2006/2008 : Tara Arctic, en la cima del mundo
De septiembre
2006 a febrero 2008, Tara, entonces base avanzada del programa científico
europeo Damocles en oportunidad del Ano Polar Internacional, deriva con la
banquisa árctica durante 507 días. Las diez personas a bordo contribuyen al
estudio de los cambios climáticos en el Ártico,
analizando el aire, la atmósfera y el hielo.
2009/2012 : Tara Oceans, en todos los océanos del
mundo
De septiembre
2009 a marzo 2012, Tara Oceans es el
primer intento de un estudio planetario del plancton marino, el único ecosistema
continuo a la superficie de la Tiera. Estudiar los microorganismos marinos,
sean virus, batería o alga, es tomar el pulso del planeta.
2013: Tara Oceans Polar Circle, una expedición en
el Extremo Norte
De mayo a
noviembre, Tara completa una circunnavegación del Océano Ártico por los pasos
del Noreste y Noroeste. Los científicos
e institutos involucrados en la expedición anterior completan así el trabajo
emprendido desde 2009 con un estudio específico del ecosistema polar marino,
agregado de programas de estudio de los contaminantes y de las partículas de
plástico. La expedición arroja así una luz mediática sobre una región en el corazón
de la maquina climática global.
2014, de mayo a noviembre: Tara Méditerranée
Una expedición en
curso con una misión doble: un estudio científico del componente educativo, y una campaña de sensibilización sobre los
desafíos medioambientales en el Mediterráneo, en colaboración con actores asociativos
involucrados en la problemática.
El futuro inmediato de Tara
2015/2016: Tara
se dedicará a una investigación de los arrecifes de coral de superficie y de
profundidad. En colaboración con el director Luc Jacquet, su asociación Wild
Touch, y el buzo-biólogo Laurent Ballesta, esta expedición cubrirá parte del
Pacifico, el Sureste asiático y culminará en Hong Kong.
* Extracto adaptado del libro de Françoise Franco “Tara, un velero para el planeta”, «Tara, un voilier pour la planète», éditions Guérin, 2005, Francia.
**Adaptado de
Daniel Buffard-Moret, montañés, presidente de «Montagnes du Silence».