Primera estación científica. Y.Chavance/TaraExpéditions
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Al planificar una vuelta al Ártico en poco más de seis meses, los equipos
de Tara esperaban enfrentar circunstancias difíciles, sobre todo cuando se
trata de agenciar en cubierta un sinfín de instrumentos y de muestras. Sin
embargo no contaban toparse tan pronto con unos imprevistos meteorológicos.
La primera estación de muestreo estaba programada,
desde hace mucho, alrededor del 26 y 27 de mayo en el límite de las aguas
islandesas. Esto era sin contar con una fuerte depresión viniendo del oeste, cuyo
centro toca el área específica de muestreo en el preciso momento. "De
seguir como previsto, recibiremos vientos de 40 o 45 en plena estación", explica
Loïc Vallette, el capitán. En estas condiciones, la seguridad de los
instrumentos y de los científicos hubiera estado comprometida. En otras
palabras, debimos cambiar de plan, adelantar la fecha de la estación antes de
que la depresión nos afecte.
"No tenemos otra opción, precisa Lionel
Guidi, el jefe científico a bordo durante esta etapa de la expedición. Conjugamos
varios parámetros: las aguas territoriales, la profundidad de la zona, porque
necesitamos al menos 1.000 metros de profundidad para muestrear, y por supuesto,
el tiempo restante antes de la llegada de la depresión". Esta primera
estación se lleva a cabo mucho más al sureste de lo esperado, para poder muestrear
este viernes por la mañana. "Estamos todavía esperando los últimos datos satelitales
para determinar el mejor lugar. Hay un plano poco profundo en esta área que
debe ser rico en plancton. Tenemos que encontrar un equilibrio entre la zona
más productiva y la profundidad suficiente para nuestros instrumentos”.
Toda la tripulación ha tenido que afanarse en
estos días preparatorios: calibrar los instrumentos, chequear el software, preparar
botellas y frascos para recibir las muestras, con un código-barras que
identifica el tipo de muestra, la estación, la profundidad, etc. "Todo
debe estar listo antes de la estación, después ya no hay tiempo" advierte
Lionel. El denso programa de esta estación involucra el conjunto del equipo
científico de sol a sol. Y si la depresión lo permite, se programa un medio día
adicional el día siguiente.
"¡De todos modos, la vamos a sentir! avisa Loïc.
Después de la estación, aprovecharemos el viento generado por la depresión para
avanzar un máximo con vela. Luego, antes de llegar a las Islas Feroe,
deberíamos tener un clima más benévolo". Confiando que el clima nos sea
favorable al momento de la estación.
Yann
Chavance