Un artículo publicado en Global
Biogeochemical Cycle presenta un mapa regionalizado de la re-mineralización del
carbono en el océano mundial. Unos científicos involucrados en Tara Oceans, del
Laboratorio oceanográfico de Villefranche-sur-Mer (LOV/OOC, CNRC/UPMC), de la Universidad
de Colombia Britanica y del National Oceanography Center, co-firman esta publicación.
“El océano contiene 50 veces más carbono que
la atmósfera e intercambia con ella unas cantidades masivas de carbono. Durante
las últimas décadas, el océano viene aminorando el ritmo del cambio climático,
absorbiendo cerca del 30% de las emisiones de origen antrópico de dióxido de
carbono”.
En otros términos el océano es esencial a
la absorción y al almacenamiento del dióxido de carbono producido por las
actividades humanas (industria, deforestación…).Nuestra actividad altera los
mecanismos naturales del ciclo de carbono.
Existen 3 tipos de bombas de carbono en
actividad en los océanos: una bomba biológica, una bomba de solubilidad y una
bomba de carbonato. La bomba de solubilidad es responsable de la absorción de
cerca de 30% del CO2 antrópico. Esta bomba funciona únicamente gracias a la
química y a la física de los océanos. La bomba biológica permite, entre otros,
el funcionamiento de la bomba de solubilidad, es decir el proceso que
transporta el carbono de la superficie del océano hacia adentro.
El fitoplancton es el principal actor de
una de esas tres bombas: la bomba biológica oceánica. Como para los vegetales
terrestres, es la fotosíntesis que permite el crecimiento y el desarrollo del
fitoplancton, consumiendo grandes cantidades de CO2. Primer eslabón de la
cadena alimentaria, el fitoplancton es ingerido por el zooplancton o por
bacterias. Las bacterias excretadas luego por el zooplancton (pelotas fecales)
se hunden hacia el fondo del océano. La re-mineralización del carbono define
esta materia orgánica que desaparece en el fondo después de haber sido
absorbida por el zooplancton o las bacterias, soltando así CO2 hacia la
atmósfera.
La secuestración del carbono designa la
parte del fitoplancton que no es consumida por los demás organismos
(zooplancton o bacterias) y que se hunde directamente en el fondo del océano
cuando muere. La secuestración del carbono define entonces todo lo que no es
ingerido y todo lo que escapa a la re-mineralización. Esta secuestración se
traduce en un producto final conocido de todos: el petróleo, luego de la
agregación del fitoplancton en los sedimentos marinos. Un proceso que se extiende
sobe miles de años.
Lionel Guidi, co-autor del artículo, habla
del trabajo realizado para generar este mapa: “Hemos tomado todos los datos
recolectados por Tara Oceans, así como los datos históricos recopilados por los
equipos del Laboratorio de Oceanografía de Villefranche. Es un nuevo enfoque,
esos datos nunca habían sido reunidos anteriormente. Hemos intentado
cuantificar la re-mineralización del carbono a escala regional con miras a
visualizar en qué proporción ella varía en el globo. Porque, desde que los
científicos prestan interés a este proceso que es un criterio importante en los
actuales modelos climáticos, los valores de re-mineralización utilizados por
los modelizadores se consideraban generalmente como constantes. Pero la
re-mineralización varía mucho más de lo uno imaginaba. Podemos observar de
forma general que donde existen valores importantes, muy fuertes hacia los
polos, hay una fuerte re-mineralización; Con valores bajos, hacia el Ecuador, hay
una re-mineralización débil. Alrededor del globo, el océano no absorbe las
mismas cantidades de carbono en todas partes”.
¿Cuáles son las causas de esas variaciones?
Observando los varios tipos de fitoplánctones presentes en las diferentes
zonas, los investigadores han puesto de relieve el vínculo entre el tamaño del
fitoplancton y el proceso de re-mineralización: “Donde hemos observado mucho
micro plancton (células planctónicas de 20 a 200 µm) como las diatomeas, la
re-mineralización es importante”. Estos datos contradicen lo que los científicos
pensaban hasta la fecha.
¿El objetivo de esas investigaciones?
Utilizar los datos de re-mineralización para construir un estimado de la
secuestración del carbono a escala regional y luego global, en aras de una
mejor comprensión de los diferentes mecanismos que impactan la capacidad del
océano para absorber el CO2 atmosférico. Conocer mejor para actuar mejor,
proteger mejor y dar la voz de alerta a quienes deciden…