Profesor en la
Universidad de Bretaña Sur, Laboratorio de Ingeniera de Haute-Bretagne,
Stéphane Bruzaud analiza y tipifica parte de las muestras recogidas por Tara
Mediterráneo 2014, para conocer mejor la estructura química de los diversos
micro-plásticos que invaden la cuenca del Mediterráneo. Además, él explora las
posibles soluciones de futuro, por la vía de los bioplásticos. Recordemos que 5
billones de bolsas plásticas de uso único se distribuyen todavía en los
supermercados en Francia. No por mucho tiempo, ya que en 2016 esas bolsas
plásticas serán prohibidas.
¿Por qué la industria del plástico se ha
desarrollado tanto en los últimos 50 años?
El plástico de
hoy tiene muchas cualidades, no hay que denigrarlo ciegamente. Él no es caro,
es duradero, es higiénico. De hecho, el problema esencial es su uso en los
embalajes múltiples. Si uno toma el ejemplo de la bolsa plástica de uso único,
se usa unas decenas de minutos pero tardará cientos de años para degradarse. El
ratio entre la duración de utilización del objeto de plástico y su duración de
vida debe ser más razonable.
Plástico biodegradable, plástico oxo-fragmentable,
oxo-degradable…El consumidor se pierde aunque se informe para elegir mejor.
El objetivo de
algunos comunicadores es de camuflar las pistas y opacar el mensaje. Pero existe una norma francesa y europea que
define la característica de la bio-degradabilidad. Ella indica que el resultado
debe ser una biodegradación del material en ciertas condiciones y en un tiempo
dado. Los plásticos que aprueban los test realizados por los organismos
certificadores pueden entonces ser considerados como biodegradables, según la
norma. O no los aprueban, y no son biodegradables.
Sin embargo,
cuando uno habla de bio-degradabilidad, se entiende que se da en ciertas
condiciones, como en un compost por ejemplo. Pero las bolsas plásticas, aún
biodegradables, no suelen terminar su vida en un compost.
Lo que limita el
despegue de los plásticos biodegradables hoy en día es la ausencia de un
entorno industrial dedicado a la recuperación de esos materiales; Y se requiere informar a los consumidores
para que puedan diferenciar los plásticos biodegradables de los demás y
organizar la selección de sus desechos.
¿Cuál es la definición de los oxo-fragmentables u
oxo-degradables?
Una bolsa oxo-fragmentable
u oxo-degradable es una bolsa en la cual se han incorporado unos aditivos
pro-oxidantes que van a acelerar la degradación del plástico, pero sin
forzosamente llevarlo hasta su término.
Uno reduce el
tamaño de este plástico, y tal vez hasta la contaminación visual que él genera:
los microplásticos se fragmentarán en micropartículas menos fáciles de
observar. Pero su degradación no llegará a su término. En otras palabras, no
son biodegradables. El plástico en forma de microplásticos perdurará en el
medio ambiente, en los suelos, en el agua.
Usted trabaja sobre los plásticos del futuro ¿de
qué se trata?
De desarrollar
materiales más respetuosos del medio ambiente, desde su modo de producción
hasta su fin de vida. Las cifras revelan que cerca de 300 millones de toneladas
de plásticos han sido producidas en el mundo en 2012: menos de 2% son
bioplásticos. Seria ilusorio querer reemplazar la totalidad de las materias
plásticas por los bioplásticos, pero es necesario que el bioplástico amplíe su
cuota de mercado en el sector de los embalajes de corta duración de uso.
¿Cuáles son las materias primas usadas para la
fabricación de esos plásticos?
Unas materias
extraídas de la biomasa: materias vegetales, azucares, almidón, aceites
vegetales. Personalmente en Lorient, yo trabajo a la valorización de los
desechos de la industria agroalimentaria de Bretaña, procedentes de frutas y
legumbre, entre otros. Desde hace varios años hemos demostrado la factibilidad
de producción de bioplástico por fermentación, usando este tipo de desechos, y
agregándoles unas bacterias marinas que recolectamos a lo largo de las costas
de Bretaña sobre conchas o almejas. A partir
de un proceso biotecnológico, logramos fabricar bioplástico.
¿Cuáles son los factores limitantes de la
producción de este tipo de plástico?
Sin duda, el
costo. Un petroplástico cuesta alrededor de 1 euro el kilo; un bioplástico
cuesta cerca de 3 euros el kilo. Existe una diferencia importante de costo, lo
que desalienta los industriales. Pero es una historia de mercado; cuando se
amplíe el mercado, los costos de producción bajarán. Para desarrollar un
mercado, hay que incitar fiscalmente o de modo reglamentario el desarrollo de
tal o tal producto, de tal o tal tecnología.
¿La reciente interdicción de las bolsas de
plástico de uso único podría alentar la industria del bioplástico?
Sí; No sólo
porque Francia deberá limitar sus desechos plásticos no biodegradables, sino
también porque ciertos sectores siempre utilizaran plástico; Esos llegaran
entonces al uso del plástico biodegradable.
Entrevista realizada por Noëlie Pansiot