11/07/2012

Tara atraca en Dublín


Tara en Dublin. V.Hilaire/Tara Expeditions

La goleta llegó ayer a media tarde en Dun Laoghaire, el puerto histórico de Dublín. Para esta escala de tres días en Irlanda, con el futuro de los océanos y su principal inquilino, el plancton, en trasfondo, nos espera un programa muy consistente: dos conferencias, cuatro exposiciones y varias proyecciones de películas incluyendo "Planet Ocean" de Yann Arthus Bertrand y Michael Pitiot, ya presentada en Rio+20. El punto culminante de esta visita en tierra de Irlanda tendrá lugar el jueves de 9:30 a 10:30: Eric Karsenti, co-director de la expedición Tara Oceans hará una ponencia en el contexto del ESOF, una conferencia científica europea celebrada este año aquí, Dublín siendo la ciudad europea de la ciencia en 2012.

En el horizonte, la silueta tan esperada: sin duda, es Tara. Estoy en el muelle sur de Dun Laoghaire en horas de la tarde y después de un vistazo con los binoculares, la visión de los dos palos paralelos en su casco gris me llena de alegría. Transeúntes curiosos y verlas ligeras se agrupan para presenciar la llegada de este mito flotante. Suave acercamiento con motores, no hay viento para izar las velas. Una madre con sus hijos venidos para la ocasión confirma que se trata de Tara.

El faro de la antigua batería militar que protege la bahía sur ofrece una perspectiva única. La mañana ha sido húmeda y gris pero un sol generoso se está ahora instalando. La buena estrella de suerte de Tara no le falla. Los once miembros de la tripulación y el público gozan de un buen espectáculo de llegada. Pasada la entrada del puerto, empieza la maniobra de atraque, gestos repetidos en muchos puertos del mundo. El público al pie del faro se traslada hacia el muelle donde Tara se está amarrando, se lanzan las líneas, la “ballena" se inmoviliza. "Hola François, Que tal Loïc”, vuelvo a encontrarme con caras conocidas, viejos amigos de a bordo. “¿Buena navegación?", "Sí, es bueno estar de vuelta al mar" confiesa Daniel Cron, el jefe mecánico. Después de tanto tiempo en obras en Lorient, los Taranautas vuelven a navegar. Y no en un mar cualquiera: en el Mar de Irlanda, ¡por favor!

Vincent Hilaire