13/04/2012

El niño y el mar

Misión Tara Oceans, bitácora de una científica. Ediciones Le Pommier


Uno de los objetivos explícitos de Tara Oceans es el de compartir con los más jóvenes, los docentes y el público en general, la vida a bordo, la exploración científica y hasta los resultados en laboratorio. El objetivo es ambicioso: sensibilizar, concientizar al tema medioambiental desde el más joven ámbito escolar.

Desde hace tres años unos 19000 niños en Francia han participado en las operaciones educativas propuestas por Tara y sus socios. Cerca de 3500 jóvenes del país han sostenido reuniones y debates con sus aulas, la tripulación y los científicos. Más allá de Francia, también unos 5000 jóvenes han visitado la goleta en sus escalas en todo el mundo y participado en conferencias organizadas por la tripulación. Sin hablar de los miles de jóvenes visitantes del sitio web de Tara junior para seguir la navegación, la vida a bordo, y comprender la investigación científica de un modo concreto y lúdico.

Tara Junior

Pero las cifras no bastan para ilustrar el extraordinario impacto de la expedición en la nueva generación y la intensa motivación que resulta de esta sensibilización. Pruebas de ello, la creatividad que se expresa en oportunidad de los foros escolares en Lorient o Paris, la consulta de libros electrónicos en Toulouse, las canciones escritas en Lyon, los dibujos de niños de Portugal y de Rio de Janeiro, la precisión de las preguntas que envían alumnos en Washington, o el silencio que impera en una proyección de película en una aula repleta de estudiantes en Palaiseau. Claramente Tara está abriendo horizontes, despierta la imaginación, desde la escuela primaria hasta la secundaria, desde niños hasta adolescentes.

Un tema tan difícil como el plancton, este eslabón clave de ecosistemas frágiles, llama la atención de las mentes inquisitivas y la importancia del tema se está convirtiendo en una realidad. Las asombrosas imágenes que Tara trae de este universo planctónico escondido les transportan y les pone a soñar. Algunos llegaran tal vez a convertirse en marineros o investigadores científicos. Pero todos estarán conscientes de que nuestro planeta es de una belleza extraordinaria, y que más vale conocerla, compartirla y protegerla.

Xavier Bougeard y Brigitte Sabard