Cuatro
veces al día, reducimos la velocidad a 3 nudos para lanzar el Manta. Con su
mandíbula de 60 cm por 20, es la red más adecuada para la pesca de
microplásticos. El mar agitado que lo hacía rebotar en superficie en días
pasados, se ha calmado.
Yohann
Mucherie y María Luiza Pedrotti se las ingeniaron para dar con el centro del
basurero. Solo disponían de coordenadas geográficas generadas por un estudio
reciente publicado en Scientific Reports, y de datos ya antiguos, del 2015 y
2016.
Al mapa
existente superpusieron un algoritmo de pronósticos oceanográficos. Usando
información recolectada a través de diferentes satélites y boyas in situ que se
computan diariamente a los datos compartidos por expediciones anteriores.
"Mercator Ocean" modeliza las corrientes marinas, la temperatura, la
salinidad y el nivel del mar, así como las variables bioquímicas del océano.
Gracias a esta operación, parece que vamos por buen camino.
Estructura
permanente pero en movimiento, formada por las corrientes superficiales del
océano bajo el efecto del viento, el giro atrapa los plásticos. Sin embargo, no
es una zona homogénea. Su área equivalente a más de seis veces Francia presenta
áreas de mayor concentración de plásticos que otras. "Para cubrir el mayor
espacio posible y recoger la mayor cantidad de micro plásticos, optamos por un
camino en zigzag antes de dirigirnos hacia el norte, hacia Portland",
explica María.
Su equipo ha pescado un buen botín. Mélanie Billaud
lo escarba con el esmero de una buscadora de oro. Primero, devuelve al mar los
espléndidos vellidos azul pálido, colonias de pólipos en forma de pequeñas
embarcaciones. Luego, coloca en un recipiente de vidrio transparente cada
fragmento de plástico para medirlo, y poner en cultivo las especies que los
colonizaron. “Buscamos determinar la potencial preferencia de los organismos
marinos por un polímero particular"
En el tamiz
de malla de 2 mm, ella encuentra desechos de todos colores: " En su mayoría, son plásticos duros,
productos de la fragmentación de las botellas. También hay fibras, filamentos,
películas, poliestireno... Pero lo más sorprendente, es la presencia de
gránulos que son la materia prima para la fabricación de cualquier objeto de
plástico. Por lo tanto no debería salir nunca de las fábricas ".
En los
recolectores de la parte inferior de las redes, María Luiza Pedrotti observa
claramente más plásticos que plancton. Suficiente para implementar todos los
pasos del proyecto que conduce: "Va desde el estudio genómico de la fauna
y la flora presentes en los plásticos, hasta los contaminantes asociados con
ellos. Incluyendo la diversidad de cianobacterias y de hongos que habitan
allí".
Patricia Jolly.